Suspenden por seis meses al gobernador y vicegobernador de Plateau, la causa posible, por incompetencia.
18 de mayo 2004.
Lagos, (EFE).- El presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo, declaró situación de emergencia en el estado central de Plateau, epicentro de una reciente crisis étnica y religiosa.
La medida incluye la suspensión por seis meses del gobernador, del vicegobernador de Plateau, cuya administración ha quedado en manos de un interventor, el general retirado Chris Alli, designado por el Gobierno federal.
En su anuncio, transmitido a toda el país por la cadena nacional nigeriana de radio y televisión, el jefe de Estado puntualizó, sin embargo, que el resto de los funcionarios gubernamentales locales continúa en sus puestos y que sus cargos y responsabilidades no han sido afectados por el decreto.
La decisión se produjo tras el estallido de la ola de violencia que comenzó el pasado día 2 en Yelwa, donde grupos fuertemente armados de cristianos tarok atacaron a los musulmanes hausa-fulani de la localidad.
Según líderes islámicos locales y fuentes de la Cruz Roja Internacional, más de 600 musulmanes murieron en el ataque, en el que los tarok utilizaron dos camionetas armadas con ametralladoras pesadas.
La Policía, sin embargo, cifró las víctimas mortales en alrededor de un centenar.
Se piensa que el ataque fue una venganza por la matanza que dos semanas antes perpetraron militantes musulmanes en una iglesia de Yelwa en la que estaban refugiados varios cristianos.
La semana pasada, la violencia se extendió al norteño estado de Kano, donde durante tres días militantes islámicos atacaron a los cristianos del área en venganza por la matanza de Yelwa y en los enfrentamientos murieron otras 600 personas.
Según supervivientes de la violencia en Kano, los atacantes no respetaron a nadie y mataron incluso a niños pequeños, ancianos inválidos y mujeres embarazadas, cuyos vientres fueron abiertos a cuchilladas y sus cadáveres rociados con gasolina y prendidos fuego.
Las autoridades han establecido seis campamentos en los alrededores de la ciudad para albergar a los cristianos desplazados, que están protegidos por efectivos policiales.
La tensión continúa en otras zonas del país, con amenazas de ataques y contraataques de seguidores de las dos religiones en la mayoría de los 36 estados nigerianos.
Obasanjo dijo que el Gobierno federal impuso el estado de emergencia en Plateau de acuerdo a las regulaciones de la Constitución, aprobada en 1999, cuando él asumió el poder tras triunfar en las primeras elecciones democráticas del país en casi dos décadas.
La sección 305 de la Carta Magna estipula que "el Presidente podrá imponer el estado de excepción si son afectados el orden seguridad públicos en la federación o alguna de sus regiones a tal punto que sean necesarias medidas extraordinarias para restaurar la paz".
Al explicar su decisión, Obasanjo acusó al gobernador del estado, Joshua Dariye -elegido como candidato del gobernante Partido Popular Democrático (PPD)-, de "negligencia en su cargo, incompetencia, insensibilidad, falta de atención y respeto por las autoridades (federales) constituidas".
El mandatario nigeriano puntualizó que Dariye, que estaba en el extranjero, no regresó inmediatamente a su estado cuando estalló la crisis y cuando lo hizo, se dirigió directamente a Abuya (la capital federal) para atender un festival nacional de deportes.
La última vez que Nigeria declaró el estado de emergencia fue en la década de 1966, en ocasión de una crisis política en la entonces llamada Región Occidental que le costó la vida a más de dos mil personas.
La introducción en 1999 de la "sharia" (ley islámica) en el norte nigeriano, donde los musulmanes son mayoría, marcó el inicio de una serie de sangrientos enfrentamientos entre éstos y los cristianos de la región, que han causado la muerte de más de 10 mil personas.