18 de febrero de 2004.
Teherán, (EFE).- Entre 50 y 200 personas perdieron hoy la vida en el norte de Irán en un trágico y espectacular accidente de un tren que explotó, por causas aún desconocidas, cuando viajaba cargado de gasolina y sulfatos.
La primera información, facilitada por la agencia oficial iraní IRNA, calculaba el número de víctimas mortales en más de 200, y el de heridos por encima de 350, muchos de los cuales habían sido traslados a los hospitales de Mashad y Neishbour, lugar de la tragedia.
"El incidente es más grave de lo que parecía en un principio", dijo a IRNA el responsable de la Oficina de Desastres Naturales (ODN), Vahid Barkchi.
Sin embargo, el vicegobernador general de la provincia de Jorasan, Mohammad Maghdori, contradijo la primera versión y redujo el número de muertos a varias decenas.
"No estamos seguros de la cifra de fallecidos pero, según nuestros primeros cálculos, creemos que rondará los 50 ó 60", dijo Maghdori a la radio estatal.
Añadió que los informes preliminares indican, además, que hay más de 400 heridos, de los cuales 150 ya han sido hospitalizados y el resto reciben los primeros auxilios en el lugar de la tragedia.
Cadenas de televisión en árabe, que citan fuentes hospitalarias, elevan a 182 las víctimas mortales.
El accidente ocurrió a las 10.45 de la mañana hora local cuando el tren, que arrastraba 51 vagones, algunos cargados con sulfatos, diesel, gasolina y algodón, esperaba para partir en la estación de Abu Muslim, cercana Neishbour, a unos 600 kilómetros al noroeste de Teherán.
De repente, una deflagración de naturaleza desconocida, en uno de los vagones, puso en marcha todo el convoy, que impelido por la onda expansiva se desplazó por la vía sin control hasta llegar a Jayyan, la siguiente estación.
Equipos de bomberos y de protección civil llegaron de inmediato al lugar de los hechos para tratar de controlar el tren y apagar el fuego, momento en el que se desató la parte más trágica del siniestro.
Las llamas se propagaron a toda velocidad por 48 de los vagones, lo que causó una segunda y fortísima explosión que rompió los cristales de casas que se encontraban a unos 10 kilómetros a la redonda.
"La mayor parte de las víctimas son vecinos de las cinco aldeas que se encuentran en los alrededores del lugar de accidente", dijeron a IRNA responsables locales.
El fuego alcanzó algunas de las casas circundantes, mientras que los servicios de socorro repartieron mascarillas entre la población para evitar que inhalaran el humo, muy tóxico debido a la gasolina y los sulfatos.
Muchos de quienes se habían acercado hasta la zona para asistir a los heridos perecieron en esta segunda detonación.
Entre ellos, y según un teletipo de IRNA, podría estar el gobernador de Neishbour, Mojtaba Farahmand-Nekou, y varios otros responsables como el alcalde del municipio, el jefe del departamento de Energía y el director del Cuerpo de Bomberos.
Además, el director general de los ferrocarriles provinciales y el corresponsal de la referida agencia de noticias en la zona han sido dados por desaparecidos.
