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ROMA, ITALIA.- Dos artefactos explosivos estallaron ayer ante la comisaría de la norteña ciudad italiana de Génova, sin causar víctimas, informó el comandante de la policía local, Oscar Fiorolli.
“Querían matar”, aseguró Fiorolli a la prensa sobre la intención de los autores del atentado que únicamente provocó daños al inmueble.
Las explosiones, indicó, se verificaron a unos minutos de diferencia una de la otra alrededor de las 04:00 horas locales, con la intención de que la primera atrajera la atención de los agentes al lugar y la segunda los afectara directamente.
“Afortunadamente la primera patrulla que llegó tras la primera explosión se encontraba a algunas decenas de metros cuando estalló el segundo artefacto y el personal que estaba en la comisaría esperó la intervención de la patrulla”, señaló.
Al lugar de los hechos llegaron patrullas y carros de bomberos, mientras el prefecto de la ciudad convocó una reunión del comité de seguridad pública.
La intención de no subestimar el atentado fue subrayada por el jefe de la policía italiana, Gianni De Gennaro, quien se trasladó desde Roma a Génova para reunirse con el comisario y el procurador locales.
Según los expertos, los artefactos explosivos eran de “notable” potencia y fueron colocados a unas decenas de metros de la entrada de la comisaría.
El atentado, que no ha sido reivindicado, fue muy similar a uno que tuvo lugar en la comisaría central de Génova en diciembre de 2002 y que fue adjudicado por grupos anarquistas.
