En lo profundo de la sierra fueron capturados por agentes de la Policía Ministerial un par de empaquetadores de marihuana, en posesión de 400 kilos de marihuana, que por el pago de cierta cantidad ocultaban dentro de madera, cuyo interior estaba acondicionado para ocultar exactamente los ladrillos de kilo y medio del enervante.
El agente investigador adscrito a El Salto, Pueblo Nuevo, Dgo., tomó conocimiento del aseguramiento de la droga que se dio dentro de una cabaña localizada por una desviación en el kilómetro 80 de la carretera Durango-Mazatlán, lugar hasta donde los elementos policiacos llegaron para localizar en su interior a los dos empleados.
Ingeniosamente, Guillermo Miranda Patiño, de 28 años, e Isvi Gabriel Arreola Tinoco, de 16 años, el primero vecino de Llano Grande y el otro domiciliado en el fraccionamiento Jardines de Durango, ocultaban los ladrillos en el interior de los paquetes de tablas, en cuyo interior habían dejado un compartimiento donde cabía el bloque de enervante.
Los empleados denunciaron como su jefe o la persona quien los contrató a un tipo de apodo ?El Rigo?, del que desconocen más características, sólo que tripula un vehículo de color azul con placas del estado de Quintana Roo.
En la vivienda donde fueron capturados por su actitud sospechosa, los agentes localizaron 42 paquetes o ladrillos de marihuana, previamente compactada y envuelta en cinta canela, con un peso aproximado de kilo y medio.
Una parte, 16 paquetes, estaba oculta en el interior de la madera, mientras que 26 más permanecían dentro de costales de nailon blanco, dando un peso total de 400 kilogramos.
Guillermo e Isvi sólo añadieron que les habían pagado para hacer el trabajo; por consecuencia, desconocían a dónde los transportarían y el destino final. Por la responsabilidad que derive, quedaron a disposición del fiscal federal.
