12 enero de 2004.
Monterrey (México), (EFE).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se mostró hoy escéptico sobre los resultados de la Cumbre Extraordinaria de las Américas, que comienza hoy en Monterrey con la participación de 34 jefes de Estado y de Gobierno.
"Estas cumbres no sirven para nada, porque el modelo liberal ha empobrecido a América Latina", aseguró el mandatario venezolano a su llegada a esta ciudad del nordeste mexicano.
"Nosotros vamos de cumbre en cumbre y nuestros pueblos, de abismo en abismo", afirmó el presidente de Venezuela, quien dijo que estas reuniones de mandatarios no han servido para resolver el hambre, la miseria y los problemas de salud y educación de la población de América Latina, con 227 millones de pobres.
El avión de Hugo Chávez llegó con retraso a Monterrey, lo que obligó a posponer una reunión bilateral que el mandatario venezolano tenía prevista con su homólogo mexicano, Vicente Fox.
En sus declaraciones, Chávez criticó al Gobierno estadounidense por su apoyo a la pretensión de la oposición de su país de convocar un referéndum para revocar el mandato presidencial.
Tras enfatizar su respaldo a Bolivia en su demanda de una salida al mar a través de Chile, Chávez negó que él y el presidente de Cuba, Fidel Castro, estén apoyando movimientos de desestabilización política en la región, como han apuntado han apuntado funcionarios estadounidenses.
Chávez, uno de los principales opositores a la creación del Área de Libre Comercio de las Américas, dijo que "el modelo neoliberal ha demostrado ser una máquina infernal que deja pobres analfabetos en toda América Latina".
Sobre la Declaración de Nuevo León, que firmarán mañana los mandatarios del continente menos Cuba, Chavez dijo que tiene un "carácter muy economicista" y apuntó que podría rubricarla con reservas sobre parte de su contenido.
Respecto a sus diferencias con el Gobierno chileno, Chávez consideró "desproporcionada" la postura de Santiago de retirar a su embajador en Caracas, decisión que fue seguida de una decisión recíproca por parte del Ejecutivo venezolano.
El presidente chileno, Ricardo Lagos, adoptó esa medida por el apoyo de Chávez a la pretensión de Bolivia de encontrar una salida al mar con soberanía propia.
"Si leyeran la historia se darían cuenta de que le arrebataron el mar a una República libre como es Bolivia, fundada por (el general Simón) Bolívar", declaró en alusión a la perdida de tierras que sufrió Bolivia en la Guerra del Pacífico, que enfrentó en 1879 a Chile con la Federación Peruano-Boliviana.
Chávez recalcó que "jamás" retirará su apoyo a Bolivia en este asunto, pero puntualizó que en cuanto Chile restituya en su puesto a su embajador en Caracas, él hará lo propio con el de Venezuela en Santiago.