12 de marzo de 2004.
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- El jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, afirmó hoy que "este asunto todavía no concluye", al insistir que atrás de los escándalos de los vídeos participó el CISEN y el senador del PAN, Diego Fernández de Cevallos.
Señaló que hay presiones muy fuertes contra Rolando López Villaseñor, delegado de la Procuraduría General de la República en el Distrito Federal, quien ayer desmintió una de las pruebas que presentó el tabasqueño para demostrar que hay un complot en su contra.
"En la entrevista que concedió anoche al periodista Joaquín López Doriga estaba muy nervioso, estoy seguro que está sujeto a fuertes presiones", indicó.
Rechazó que las pruebas de ayer que dio a conocer no sean suficientes y aclaró que nunca dijo que serían contundentes.
Durante su conferencia matutina, comentó que demostrará que atrás de los vídeos hubo participación del gobierno federal y a pesar del cuestionamiento de anoche del secretario de Gobernación, Santiago Creel, en el sentido de que no tiene elementos, pidió esperar por que lo demostrará.
"Ahora resulta que los paladines de la honestidad, los que quieren combatir la corrupción, utilizan los órganos del estado para dañarme políticamente. ¿Creen que a Diego Fernández le interesa combatir la corrupción? ¿No les parece grotesco?... No se puede utilizar al CISEN en un operativo para dañar políticamente a un adversario", dijo.
Criticó a los dirigentes del Partido Acción Nacional (PAN), quienes sostienen la doctrina de la hipocresía. "Yo no sé como van a la iglesia los domingos y se confiesan", en alusión también a Creel, quién desde hace una semana salió a la luz pública para decir que el CISEN no tenía nada que ver en los vídeos.
