Agencias
MÉXICO, DF.- El crecimiento de la deuda de Petróleos Mexicanos, aunque vaya a inversión, empieza a generar preocupación entre las calificadoras y por lo pronto Standard & Poor’s (S&P) ya prendió luces amarillas y no descarta la posibilidad de bajar la calificación de la paraestatal.
Eduardo Uribe, director de ratings corporativos de la calificadora S&P, que otorgó el grado de inversión BBB- al país y a la petrolera en 2002, consideró que el nivel de endeudamiento de Pemex comienza a preocupar.
“Si siguen apalancando a la empresa para financiar su plan de inversión, en tres o cinco años podríamos levantar unas banderas rojas”, alertó el analista en entrevista telefónica.
Pemex debe ser reformada para reducir sus gastos y la carga fiscal que se le impone, recomendó, de lo contrario su deuda llegará a ser tan alta que todos sus recursos irán al pago de intereses y no podrá invertir en hidrocarburos.
Recientemente Roberto Oseguera, director de Planeación Estratégica de Pemex, advirtió que la paraestatal está a punto de la quiebra técnica por la carga fiscal que le aplica el Gobierno.
Pero, cifras de la misma Pemex señalan que no sólo Hacienda tiene la culpa de los problemas.
La petrolera tuvo ventas en el primer trimestre del año por 164,900 millones de pesos, sólo 1% por ciento más que en el mismo período de 2003; pero sus gastos fueron de 63,700 millones de pesos, con lo que registraron un aumento de 11 por ciento.
Dentro de sus gastos, sólo los de transporte de energéticos aumentaron 16 por ciento; sus costos administrativos se elevaron diez por ciento y en la misma proporción creció el pago de programas de retiro.
Reclama IP remedio
José de Jesús Valdez, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León, criticó que los altos pasivos de Pemex y su prioridad de recaudación obligan a la paraestatal a buscar ingresos con mayores precios de los energéticos.
El Gobierno Federal y el legislativo, indicó, deberían considerar dejar recursos a Pemex al menos los ingresos excedentes generados por el alza en los precios del petróleo.
Joel Bravo Anduaga, de Globus-Koronovsky Consultores, señaló que el problema financiero que vive Pemex no sólo es responsabilidad del Gobierno, sino también del Congreso y de la forma inercial en la que han operado por años las finanzas públicas que dependen de los ingresos petroleros.
César Conde Mata, presidente del Consejo químico de la Canacintra, afirmó que los secretarios de Economía, Hacienda y Energía no quieren entender que Pemex es la gallina de lo huevos de oro a punto de morir, y no lo harán mientras los precios del crudo sigan altos.
Roberto Oseguera, de Pemex, dijo que la empresa paraestatal mexicana tiene tres vías para salvarse de la quiebra: modificar el régimen fiscal al que está sometido por el Gobierno, darle autonomía para operar y manejar sus recursos y permitirle asociarse con petroleras extranjeras.
Vulnerabilidad petrolera
El sector privado del país alertó sobre la alta dependencia de los ingresos petroleros, que podría aumentar la vulnerabilidad de las finanzas gubernamentales y con ella la de diversos programas.
En su Análisis Semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) sostuvo que si bien los ingresos petroleros son una parte importante de la situación de mejora del país, que traerá a su vez una mejor recaudación, lo cierto es que estos se reducirán.
Por esta razón, lanzó un llamado a fortalecer las fuentes de ingreso del sector público para garantizar la viabilidad de la economía en el largo plazo.
“Sin duda el impulso proveniente de la recuperación de la economía estadounidense y los elevados precios del crudo que se prevén para los próximos meses van a influir positivamente en el desarrollo de la actividad económica en este año”, indicó.
El CEESP informó que los ingresos del sector público se ubicaron en 445 mil 113 millones de pesos, 5.5 por ciento más en comparación con los obtenidos en los primeros tres meses de 2003. No obstante, la principal fuente de los ingresos fue el sector petrolero, lo cual sigue generando una importante vulnerabilidad de las Finanzas Públicas.
En ese sentido advirtió que sigue pendiente la tarea de empezar a contribuir para el fortalecimiento de la economía, a través de las reformas estructurales, ya que la confianza de especialistas y del consumidor refleja mayor incertidumbre.
“Por un lado la percepción es que este no es un buen momento para invertir por la falta de reformas estructurales y la incertidumbre política y por el lado de los consumidores permanece la idea de que su situación no mejorará a corto plazo”, señaló.
Dijo que la conclusión que se deriva de esto es la necesidad de avanzar en las reformas y en el nuevo diseño institucional que el país requiere.
Por otra parte, indicó que ante una eventual alza de las tasas de interés estadounidenses, las finanzas del sector público han mostrado un comportamiento muy favorable, descontando esa variable.