Sao Paulo, (Notimex).- Científicos brasileños estudian una rara especie de pez encontrado en aguas costeras de Río de Janeiro y que reúne las características fisonómicas de sus ancestros de hace 150 millones de años.
El pez, del grupo de las mantarrayas, tiburones y otros cartilaginosos, y que mide entre 30 y 40 centímetros, nunca antes había sido descrito por la ciencia y es el primero encontrado en el Atlántico sudamericano.
La especie posee un arpón venenoso en su dorso, un rabo delgado y largo y terminaciones venosas altamente sensibles por todo el cuerpo, que le permiten orientar sus movimientos en el oscuro mar, pues habita en aguas heladas a 400 metros de profundidad.
Luego de tres años de estudio, tras su descubrimiento en 2001, el Museo Oceanográfico de la Universidad del Valle del Itajaí y la Fundación Universidad Federal de Río Grande lo nombraron "hydrolagus matallanasi", en homenaje al ictiólogo español Jesús Matallanas.
El biólogo de la estatal Universidad de Sao Paulo (USP), Joseph Anglos, expresó a Notimex su temor por el hecho de que el primer ejemplar fue descubierto en labores de pesca y "eso demuestra que los pescadores están ya accionando en ambientes muy sensibles".
"Esa situación corresponde al control de las autoridades ambientales y de preservación de la fauna, en estos casos nosotros sólo podemos informarles del hecho a ellas y seguir en nuestra labor investigación", agregó el biólogo marino.
Los estudios del museo ubicado en el sureño estado de Santa Catarina en conjunto con el centro universitario de Río Grande, principal puerto del estado de Río Grande do Sul, fueron enviados para su publicación en la revista científica Zootaxa.
En los tres años de estudios, el grupo científico comprobó que la especie tiene las mismas características de sus antecesores que vivieron hace 150 millones de años, en la misma época en la que habitaron los dinosaurios.
Al frente del estudio se encuentran los científicos Jules Soto, curador del museo de la Universidad, y Carolus Vooren, de la Fundación, quienes se interesaron en el extraño pez en 2001, luego que unos pescadores de Río de Janeiro fotografiaron a un ejemplar.
Los científicos hicieron circular la fotografía entre los pescadores de la región, pidiéndoles que si encontraban nuevos peces de ese tipo informaran a las autoridades ambientales.
En los tres años siguientes fueron capturados 17 ejemplares por pescadores y cuatro por un grupo especializado de investigadores, quienes recorrieron toda la costa suroriental del país.
Los 21 ejemplares permitieron un estudio profundo y una descripción completa de la especie, considerada como "fósil vivo" que se adaptó al ambiente que ha sido estable a lo largo de milenios, evitando así mayores cambios en su fisonomía.
Soto, quien está al frente de la investigación, es doctorado en zoología con una tesis en peces cartilaginosos, y durante 16 de sus 34 años de vida ha estudiado tiburones, lo que le permitió descubrir tres nuevas especies de escualos.
La exploración de aguas profundas en el Atlántico brasileño, permitieron a Soto y sus colaboradores descubrir en 2001 a los pequeños tiburones "galeus mincaronei", el "schroederichthys saurisqualus" y el "scyliorhinus cebeclim".