El doctor alemán Alexander Czaja se suma al trabajo del Museo Universitario de Historia Natural.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Mucho se ha logrado en cuanto a investigación de fósiles dinosaurios, pero cada vez más se hace latente la necesidad de estudiar a fondo el entorno que rodeaba a la fauna prehistórica, para poder entender los cambios climáticos que actualmente enfrenta el planeta.
Con esta premisa, el alemán Alexander Czaja se incorpora al departamento de investigación del Museo Universitario de Historia Natural de la Universidad Autónoma de La Laguna (UAL), para dedicarse específicamente al estudio de las plantas que habitaron hace miles de años estas tierras desérticas, anteriormente cubiertas por el Mar de Thetis.
El investigador explica que la paleobotánica complementa el trabajo de la paleontología al estudiar plantas fósiles (frutos, semillas y hojas), cuya importancia radica no sólo en que fueron una de las principales fuentes de alimentación del animal, sino que a través de ellas se puede reconstruir el clima del pasado.
Con el inicio de 2004, el doctor en paleobotánica cambió su residencia a esta ciudad y desde que llegó se dio cuenta que era una región perfecta para las investigaciones, por la cantidad de material fósil que abunda en los desiertos laguneros. Recientemente colaboró con una conferencia para la universidad y fue entonces que el rector, Pedro H. Rivas Figueroa, lo invitó a participar en los estudios que constantemente lleva a cabo el museo en distintos puntos del Estado.
De este modo, se suma al trabajo que ya realiza Rodolfo Hernández en el departamento de investigación, en lo que a paleontología se refiere. “Si Rodolfo encuentra restos de dinosaurios, yo investigaré qué tipo de flora existía para determinar cuál era la dieta del animal”.
Porque en su opinión, “de nada sirve conocer qué tipo de dinosaurios había, si no se investiga el entorno que los rodeaba”. Así que buscarán hasta el coprolito (excremento), al que considera la “caja negra del dinosaurio”, ya que éste “hablará” mucho de la vida que el animal llevaba: lo que comía, la vegetación que existía y lo que más importa, el clima al que se enfrentaba día a día.
Su experiencia le ha enseñado que si no se cuenta con un departamento de investigación, un museo no tiene razón de ser.
“Para un museo es muy importante archivar y guardar el patrimonio, pero además si no existieran investigadores quién trabajaría para conocer la historia. Por otro lado, este tipo de estudios son educativos porque enseñan a la población lo que había anteriormente en la región”. Y especialmente, el investigador considera importante que los jóvenes se enteren de este tipo de estudios.
Para conocer la evolución del clima y de la vegetación se tienen que estudiar las plantas. A partir de hoy, ese será el objetivo de Alexander Czaja en la región.
“El panorama es muy prometedor en cuanto a investigación”, opina Czaja. Ahora, el Museo Universitario de Historia Natural de la UAL será el único recinto que cuente con investigaciones en paleobotánica en esta parte del país. Los resultados pronto comenzarán a darse.
REFERENCIAS
Alexander Czaja estudió geología y tiene una especialidad en paleobotánica.
-Aunque nació en Polonia, desde los 11 años llegó a vivir a Berlín, Alemania.
-Antes de obtener el doctorado, trabajó en tres museos de Alemania y los últimos dos años ha trabajado para el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Humboldt en Berlín, por lo que tendrá que viajar cada dos meses hasta allá para continuar con su proyecto.
-En el año 2002 se casó con una lagunera y este año cambiaron su residencia a la ciudad de Torreón.
-Luego de la conferencia que ofreció para la Universidad Autónoma de La Laguna, se integró al equipo de investigadores del Museo Universitario de Historia Natural, por lo que ya ha realizado pequeñas excursiones a sitios como Simón Bolívar, en el que se encontraron restos de animales del Pleistoceno.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
RIQUEZA
“El panorama es muy prometedor en cuanto a investigación, por la riqueza de material prehistórico que se esconde en estas tierras”.
ALEXANDER CZAJA,
INVESTIGADOR ALEMÁN