El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, afirmó ayer que Estados Unidos seguirá presionando a Irán desde la diplomacia para que detenga sus programas nucleares y descartó el uso de la fuerza.
Las declaraciones de Powell fueron en respuesta al discurso que el canciller israelí Silvan Shalom dio ante la Asamblea General de la ONU, en el que no descartó medidas de fuerza para obligar a Irán a cumplir las exigencias de la comunidad internacional.
El sábado pasado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) estableció como plazo el 25 de noviembre próximo para que el Gobierno iraní haga públicos todos los detalles acerca de su programa nuclear y sus trabajos para enriquecer uranio.
El Gobierno de Teherán reiteró ayer que estos programas son de uso civil y pacífico por lo que seguirá adelante con ellos.
Powell dijo que desconocía que se haya planeado algún ataque contra Irán, tras ser consultado sobre las declaraciones del canciller israelí, que urgió al Consejo de Seguridad a imponer sanciones a Teherán si no cumple sus compromisos con la OIEA.
“Cada país tiene sus opciones, nosotros estamos concentrados en la diplomacia y la política”, dijo el secretario de Estado, quien sostuvo varias reuniones bilaterales en el marco del inicio de la 59 Asamblea General de Naciones Unidas (ONU).
No obstante, se mostró de acuerdo en llevar el asunto hasta el Consejo de Seguridad de la ONU si Irán no detiene esos programas. “Todas las opciones permanecen encima de la mesa”, añadió Powell.