Reuters
JERUSALÉN.- Los líderes israelíes discutieron ayer sobre posibles cambios a la zigzagueante ruta de una enorme barrera que se está construyendo dentro de Cisjordania, una región ocupada, para facilitar su defensa ante la Corte Mundial, dijeron fuentes políticas.
Un alto oficial del Ejército inició las tareas al frente de una comisión que definirá los detalles de un plan unilateral de separación que el primer ministro, Ariel Sharon, prometió poner en marcha si no hay avances en las negociaciones con los palestinos.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya, también conocida como la Corte Mundial, comenzará el próximo mes una serie de audiencias en respuesta a una solicitud de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para que determine si Israel deberá desmontar la barrera o no.
Previamente, la Corte Suprema de Israel también mantendrá una audiencia sobre la legalidad de la barrera, construida con concreto y alambre de púas.
“Fue la recomendación del ministro de Justicia de que si no había cambios en el trazado entonces sería difícil defender”, dijo una alta fuente política. “Eso es lo que se está discutiendo aunque no habrá grandes cambios”, agregó.
El Estado judío dice que secciones completas de la muralla ya prohíben el paso a los suicidas como los que han matado a cientos de personas en atentados con bombas en los últimos tres años.
Los palestinos lo llaman el “Muro del apartheid”, cuyo propósito, según ellos, es aprovechar el territorio que Israel ha ocupado desde 1967. Diseñado para serpentear entre los diversos asentamientos judíos, penetra profundamente en la tierra que los palestinos quieren para formar un Estado.
Incluso Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha criticado la ruta. Las fuentes políticas dijeron que el jefe del Gabinete de Sharon irá a Washington esta semana para tratar de alcanzar un entendimiento sobre algunas de las secciones más controvertidas.
En la ruta ha habido cambios menores. Los israelíes dijeron que fueron para hacer la vida más fácil para los palestinos.
“Lo de los cambios en la ruta son sólo palabras. Lo que tenemos qué ver es una interrupción real de las obras”, dijo el principal negociador palestino el ministro, Saeb Erekat.
La barrera podría formar una frontera de facto si Israel tomara las medidas unilaterales de separación que ha prometido, si no hay avances en el “Mapa de Ruta” para la paz respaldada por Estados Unidos, un plan que está estancado por la violencia en ambos partes.
Cuatro israelíes murieron en un ataque suicida con bomba en un cruce desde la Franja de Gaza la semana pasada. La frontera se reabrió ayer para unos 15 mil trabajadores palestinos, después de que Israel levantara una prohibición general impuesta tras el ataque.
Israel exige que los palestinos tomen medidas contra los grupos militantes a fin de cumplir las promesas que hicieron de acuerdo con el “Mapa de Ruta”.
Sin embargo, Israel también ha hecho poco hasta ahora para cumplir sus compromisos de eliminar asentamientos judíos, congelar la construcción de sitios de ese tipo y aliviar las restricciones relacionadas con la seguridad.
El fin de semana, otros tres asentamientos en Cisjordania se sumaron a una lista de seis que deberían ser eliminados, pero hasta ahora ninguno ha sido desmantelado por barreras legales.
Sharon ha dicho que algunos asentamientos aislados deberán terminarse, ya sea bajo el “Mapa de Ruta”, o como parte de su plan unilateral de separación.