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México, DF.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró que la excesiva regulación en el país limita la actividad productiva, mantiene bajo crecimiento económico, genera corrupción y comercio informal.
En su análisis ?Punto de Vista. Marco Regulatorio y Eficiencia Económica?, el CEESP añadió que la regulación en la economía tiene importancia porque puede impulsar o reducir el crecimiento económico en función de su diseño. ?La evidencia internacional señala que la baja calidad en los marcos regulatorios afecta en especial a los países menos desarrollados y personas de menores ingresos?, citó.
El organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) puntualizó que en naciones donde hay excesiva regulación se da una relación negativa con la productividad y competitividad de la economía, lo que incentiva a evadir en la manera de lo posible el marco jurídico ante los costos que significan la regulación, creando corrupción; en este escenario se desalienta el desarrollo y crecimiento. ?La regulación mal diseñada termina afectando la creación de empleos y por ende los salarios suelen ser bajos sobre todo en regiones como América Latina, África o países provenientes del bloque comunista, naciones con alto grado de regulación poco eficiente?, opinó.
Por ello, expuso que lo que se necesita para elevar el nivel de ingreso de los trabajadores es el fortalecimiento del sector formal de la economía con la creación de nuevos y mejores trabajos.
Los negocios prosperan cuando hay una definición y protección a los derechos de propiedad; pero cuando el gobierno tiene una alta regulación sobre cada actividad de la operación de una empresa entonces se crean incentivos para estar en el sector informal. Sostuvo que cuando la regulación de un país es de baja calidad, generalmente está asociada con la mayor ineficiencia de las instituciones públicas, mayores retrasos y costos más altos de operación en la economía, lo cual le resta competitividad en el ámbito internacional.
?Tener un marco regulatorio adecuado no significa tener cero regulación; sino tener las mejores prácticas regulatorias posibles?.
De igual forma, refirió que los analistas han establecido que un mayor grado de regulación está asociado con ineficiencia de las instituciones públicas, lo que provoca retrasos en la atención a los negocios y costos, fomentando la corrupción y favoreciendo el entorno para el sector informal.
?Es un hecho que en México persisten altos niveles de corrupción que deterioran el ambiente de negocios y desalientan la inversión?.
Para sustentar esta afirmación hizo referencia a los resultados del índice de percepción sobre la Corrupción 2003 que elaboró el organismo Transparencia Internacional en donde México quedó en el lugar número 64 de 133 países incluidos en el reporte, lo que implica calificación reprobatoria con 3.6 puntos sobre diez. Sostuvo que un componente que alimenta la corrupción es, sin duda, un marco jurídico y normativo complejo, poco claro y cambiante.
De igual forma, el exceso de regulación incentiva a operar en la economía informal en donde los empleados no gozan de los beneficios de la seguridad social, ni planes de pensiones y los negocios no pagan impuestos; reduciendo los recursos para la creación de infraestructura que ayude al desarrollo del país.
Cuando el sector informal comienza a prevalecer y fortalecerse, los productos que se tienen en la economía no gozan de un control de calidad, y el consumidor se queda en menores condiciones de bienestar por lo que las empresas que operan de acuerdo con las leyes y reglamentos enfrentan competencia desleal y deriva en una producción por debajo de lo que podrían realizar según su capacidad instalada.
