SUN-AEE
MÉXICO, DF.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Museo del Templo Mayor (MTM), presenta la exposición temporal Momia Infantil Muestra su Vida, de un ejemplar con una antigüedad de dos mil 300 años.
En el estudio del tal momia convergen diez instituciones, 32 especialistas de diversas disciplinas y 14 análisis científicos, siendo así uno de los de mayor envergadura realizados en México.
Se trata de una de las momias con mayor antigüedad en nuestro país y cuenta con la plena identificación de su contexto: una cueva con extrema estabilidad climática y materiales asociados de origen orgánico -trenzas de cabello, textiles, plumas y puntas de maguey-, y se exhibirá hasta marzo de 2005 en el vestíbulo del Museo del Templo Mayor.
En Altamira, municipio de Cadereyta de Montes, en la región geográfica de la Sierra Gorda, especialistas del Centro-INAH Querétaro, coordinados por la arqueóloga Elizabeth Mejía, fueron notificados el 18 de noviembre de 2002, de la presencia de restos humanos en una cueva -las primeras observaciones pudieron determinar que se trataba de un infante momificado- y procedieron a la exploración.
Además de las características especiales de la cavidad, localizada a una altura de dos mil 900 metros sobre el nivel del mar, la momia propone nuevas problemáticas de estudio respecto del poblamiento en la región, las prácticas funerarias tempranas y la manufactura de elementos hechos con objetos orgánicos domesticados. Es también uno de los entierros más tempranos, depositados en una caverna, debido a que este tipo de práctica es más común en los periodos Clásico y Posclásico.
Este hallazgo modifica completamente los datos que se tenían respecto al asentamiento en la Sierra Gorda, donde había una estimación del año 900 al 1100.
En un principio, dadas las características del lugar del hallazgo, en el semidesierto, surgió la posibilidad de que este ejemplar proviniera de grupos nómadas de recolectores-cazadores en épocas tardías, pero como también se recibió un fragmento de textil, esto dio pie a pensar que pudiera tratarse de sedentarios y posiblemente prehispánicos.
Mediante el examen de una muestra de textil y un fragmento de piel -remitidos a laboratorios de Estados Unidos- se determinó un rango promedio de fecha para el 320 (a.C.) ñ 40 años, con un 95 por ciento de confiabilidad.
Por otra parte, después de analizar las tomografías, de llevar a cabo el examen físico y de efectuar una exhaustiva endoscopía del ejemplar, se llegó a la conclusión que se trataba de un individuo de sexo femenino, ya que se identificaron las estructuras propias de este género: útero, trompas de Falopio y canal vaginal, por lo que impuso el nombre de ?Pepita?.
Los procedimientos anteriores, lograron establecer que su edad aproximada era de dos años más ocho meses. Como le faltan el brazo y el omóplato izquierdo, un análisis tafonómico definió que le fueron arrancados mucho tiempo después de su muerte, ya momificada, probablemente durante una segunda ocupación de la cueva.
La exhibición Momia Infantil Muestra su Vida estará abierta al público hasta marzo de 2005, de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.