EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Justicia... es lo único que clama un padre de familia cuyo hijo murió a consecuencia de las graves lesiones que sufrió cuando fue atropellado el pasado mes de julio y en donde asegura que las autoridades que tomaron conocimiento de los hechos asumieron una actitud parcial en favor del presunto responsable, al que no se le ha visto para que se haga cargo de los pagos inherentes al deceso.
Con sólo 13 años de edad, Alan Solís Alderete, segundo hijo de la pareja formada por Manuel Solís González y Verónica Leyla Alderete Rivera, hermano de Manuel Iván, de 16 años y Edgar Omar, de diez, perdió la batalla ante la vida cuando fue arrollado el 24 de julio del año en curso.
Durante su agonía, su familia fue víctima de una serie de irregularidades entre las que destaca la clasificación del médico legista que en el certificado que extendió, aseguraba que las lesiones que presentó el menor eran de las que no ponen en peligro de muerte y tardan en sanar más de 15 días, según lo denunció a El Siglo de Torreón, el padre de la víctima.
Además, asegura, sospecha de un arreglo para favorecer al presunto responsable de la muerte de su hijo, Douglas Henri Hernández Suárez, de 28 años de edad, vecino de calle Cerdeña No. 408 de la colonia Torreón Residencial, contra quien se tienen cuatro testigos oculares del accidente, según consta en el croquis elaborado por personal de Peritos, con el número 9042.
Profesor de educación primaria desde hace 20 años, con cinco apenas de residir formalmente en esta ciudad, Manuel Solís González fuma un cigarrillo tras otro mientras narra su pena a El Siglo de Torreón.
Con hablar mesurado pero mostrando evidente nerviosismo por la rabia e impotencia que lo embargan, así como un notorio temblor de manos, el maestro de primaria externó sus sospechas de que el dictamen del médico legista no fue el adecuado, puesto que en el Tribunal de Justicia Municipal, según oficio que obra en poder de esta Casa Editora, el juez calificador, Raymundo Tallabas Moreno, asentó que las lesiones del menor Alan Solís Alderete, ?son de las que ponen en peligro la vida?.
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Sin haber recuperado la conciencia desde el día del accidente en el que los médicos del Hospital de Especialidades No. 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social, informaron como graves las condiciones de salud del menor, para el 31 de julio le dieron la triste noticia a sus padres de que Alan presentaba muerte cerebral.
Con todas sus esperanzas desvanecidas, Manuel y Verónica Leyla permanecieron al pie de la cama de su querido hijo, hasta el momento de su muerte, el día ocho de agosto a las 10:45 de la mañana.
Durante los 15 días que permaneció en agonía, asegura el atribulado padre de familia, nunca acudió el Ministerio Público y en una sola ocasión se encontró con Fernando ?N?, familiar de Douglas Henri, quien le aseguró que todos los gastos correrían por su cuenta, lo que hasta la fecha no ha cumplido.
Antes, mientras Alan se debatía entre la vida y la muerte, el Ministerio Público ordenó la libertad del presunto responsable, a sólo dos días de haber ocurrido el percance. Esto, el 26 de julio del año en curso.
Mala fe o contubernio
Manuel Solís González, padre de Alan Solís Alderete, expuso sus dudas sobre la ?mala fe? de las autoridades que supuestamente debieron asesorarlo y ayudarlo, pero sobre todo sospecha de un posible contubernio con el presunto responsable, que en la actualidad goza de libertad.
?Todo lo anterior, explica, degeneró en una serie de trabas incluso en los momentos cuando la funeraria trasladaría a mi hijo al camposanto, ya que como aún no se extendía el acta de defunción, para la que se me pidió acta de nacimiento, número de Seguro Social y hasta la Cartilla Nacional de Vacunación, demoró por varias horas el cortejo fúnebre?.
Tras una pequeña discusión que sostuvo con uno de los médicos legistas, finalmente le entregaron el documento en mención, con el cual pudo dar sepultura a su llorado Alan.
El profesor además mostró un documento solicitando al procurador, Óscar Calderón Sánchez, que se abra una investigación al agente del Ministerio Público, José Alberto del Río Saldaña y al médico legista, José Daniel Enríquez Macías, por su presunta parcialidad al momento de intervenir en este caso.