Agencias
Washington DC, EU.- El cineasta Michael Moore acusó ayer a los conservadores de Estados Unidos de querer privarlo de su derecho constitucional a la libre expresión al buscar limitar la difusión de su película Fahrenheit 9/11, una crítica abierta al Gobierno del Presidente George W. Bush y a la guerra en Irak.
“Es una violación de la primera enmienda” de la Constitución estadounidense sobre el derecho a la libre expresión, indicó ante la prensa en referencia a una posible decisión de la Comisión Electoral Federal (FEC) que le impediría promocionar su documental en las ondas de radio y de televisión después del 30 de julio.
Según los argumentos presentados por el jefe de servicios jurídicos de la FEC ante la Comisión, los productores de documentales políticos no deberían divulgar spots publicitarios de filmes que nombren a candidatos en los 60 días precedentes a las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre próximo.
Este argumento se apoya, según explicó, en los términos de la nueva ley sobre financiamiento de las campañas electorales, que prohíbe a las empresas privadas financiar mensajes promocionales a favor de un candidato antes del escrutinio.
“Cómo puede ser que no pueda publicitar mi película (...), no es más que un filme y nunca apoyé públicamente a John Kerry ni soy miembro del partido demócrata”, explicó Michael ante un grupo de periodistas en la terraza de uno de los edificios del Congreso estadounidense.
“Este es un intento de la derecha conservadora para impedir que las personas vean mi filme”, agregó el cineasta.
También afirmó: un grupo que junta fondos para el partido republicano (Move American Forward) “intimidó a los propietarios de varias salas de cine para que retiren su película de sus pantallas”.
Tras las numerosas dificultades para distribuir la película en Estados Unidos, Farenheit 9/11, ganadora de la palma de Oro en el último Festival de Cannes, fue estrenada el miércoles en Nueva York y será lanzada el viernes en miles de salas del país.
Los demócratas se deleitan con Fahrenheit 9/11
Legisladores y dirigentes del Partido Demócrata encabezaron la multitud que concurrió al preestreno de la película Fahrenheit 9/11 de Michael Moore, que contribuirá a hacer más animada la campaña electoral este año.
-La polémica película, cuyo preestreno fue la noche del miércoles, es una mezcla de documental, sátira y propaganda que Michael Moore, galardonado y ovacionado en Cannes por esta producción, ha dicho que hizo con el propósito de impedir que el presidente George W. Bush consiga apoyo en las elecciones de noviembre para un segundo mandato.
Washington ya ha dado su veredicto sobre el filme que se estrenará en cines de todo el país mañana, viernes. “Es escandalosamente falsa”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Dan Bartlett.
El representante demócrata, Jay Inslee, de Washington, opinó que la película es “excepcionalmente buena” y agregó que organizará funciones en un teatro de Seattle para “aprovechar la furia que bulle contra este Gobierno”.
La película de dos horas presenta al presidente Bush como un hombre perezoso y que durante el verano (hemisferio norte) de 2001 no prestó atención a los indicios de que Al Qaida se preparaba para atacar a Estados Unidos.
Asimismo, Moore sostiene con su película que el Gobierno de Bush manipuló a la opinión pública después de los atentados de septiembre de 2001, a fin de ganar apoyo para su guerra contra Irak.
Tanto antes como después de la función del miércoles en un cine del noroeste de Washington, centenares de personas aplaudieron a Moore.
El presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, Terry McAuliffe, dijo que “la película desempeñará un papel importante en este año electoral”.
Frances Lee, una profesora de ciencias políticas en la Universidad Case Western Reserve, indicó que no podía recordar algo que tuviera parangón en una campaña presidencial.
“Como fenómeno de mercadeo casi que está a la par de (la película de Mel Gibson) ‘La pasión de Cristo’: hay entusiasmo intenso, hay grupos organizados que compran entradas con celo proselitista, y la misma sensación de que uno va a ver algo que el sistema, las grandes empresas, quisieron impedir que se viera”, añadió.
