El informe corrobora la "conducta inapropiada" de varios soldados de la Brigada 205 de Inteligencia Militar pero no implica a ningún miembro de la cúpula militar de rango mayor de coronel.
19 de agosto de 2004.
Washington, (EFE).- Más de veinte civiles y militares, ninguno con cargo superior al de coronel, están implicados en el escándalo de vejaciones a prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, según un informe del Ejército publicado hoy y que ha sido filtrado a la prensa.
El documento, que está previsto se haga público en breve, revela que no hay pruebas que vinculen a los altos mandos en las vejaciones y torturas detectadas en la prisión, según el diario "The New York Times".
No obstante, la investigación apunta a que algunos jefes militares de alto nivel son de alguna manera responsables, por su falta de liderazgo y permitir que se creasen las condiciones que facilitaron los abusos.
A pesar de que el documento ha sido filtrado por diferentes fuentes del Pentágono, aún no se han producido reacciones oficiales.
El informe, que está previsto se remita la semana próxima al Congreso, revela además que el personal médico militar que trabajaba en Abu Ghraib fue testigo del maltrato a los reclusos y no informó de ello a la cadena de mando.
Fuentes del Pentágono consultadas por el diario "USA Today" aseguraron que este documento, elaborado por el general George Fay, corrobora la "conducta impropia" de varios soldados de la Brigada 205 de Inteligencia Militar, pero también de miembros del personal civil contratado por EEUU y de la CIA.
Esa Brigada es la que estaba a cargo de los interrogatorios en la cárcel, escenario también de la cámara de torturas durante el régimen del derrocado gobernante iraquí Sadam Husein.
El nombre de Abu Ghraib ha vuelto a asociarse con este tipo de prácticas a raíz de una serie de fotos que dieron la vuelta al mundo en abril, en las que se veía a prisioneros desnudos colocados en posiciones vejatorias o amontonados unos encima de otros, mientras soldados de EEUU sonreían y posaban con ellos.
"No había una política concreta de normas del Pentágono que provocara esto", declaró al "Times" un funcionario de Defensa que ha preferido permanecer en el anonimato hasta que se publique oficialmente el informe.
Sin embargo, añadió, sí se ha detectado que una política de disciplina y supervisión inadecuada favoreció el clima para que se saltaran las normas de control e interrogatorio de los detenidos.
El periódico precisa que, de acuerdo con el informe, se produjeron dos tipos de abusos en Abu Ghraib: unos sexuales y violentos totalmente intencionados y otros que fueron producto de malas interpretaciones de los procedimientos.
La investigación del general Fay es el resultado de al menos siete pesquisas paralelas, ya cerradas o a punto de completarse, de las autoridades estadounidenses para dar con los verdaderos responsables de lo ocurrido no sólo en Abu Ghraib, sino también en otras cárceles de Irak y Afganistán.
Hasta ahora, siete soldados de la policía militar están acusados de distintos cargos en relación con este caso, aunque esta cifra podría superar los 24 a raíz del informe Fay.
El Gobierno estadounidense manifestó en reiteradas ocasiones su intención de llegar hasta el final, caiga quien caiga, para aclarar un caso que ha dañado su imagen internacional.
Un tribunal de Nueva York dictaminó el miércoles que la Administración estadounidense deberá hacer públicos todos los documentos en su poder relacionados con las torturas y vejaciones a prisioneros retenidos fuera del país.
Es una consecuencia más de lo ocurrido en Abu Ghraib, que también ha llevado a Washington a suavizar sus tácticas de interrogatorios, al eliminar las técnicas más duras, como las que consisten en provocar la sensación de asfixia, negar a los presos medicinas para lesiones o privarles del sueño.
La controversia se agravó con la publicación de un informe del Departamento de Defensa, con fecha del 1 de agosto de 2002, que decía que la tortura puede estar justificada en algunos casos.
Buena parte de los estadounidenses (un 43 por ciento) piensa de la misma manera, según una encuesta publicada el miércoles por el Centro de Investigaciones Pew. EFE