EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Numerosas son las artimañas que utilizan algunos propietarios de bares para violar el horario establecido para la venta de bebidas embriagantes, pues simulan cerrar sus puertas mientras que en su interior se sigue consumiendo. Tal es el caso del conocido negocio denominado ?La Ciudad?.
Tras informar lo anterior, Luis Manuel Acuña Cepeda, titular de la Dirección de Inspección, Verificación y Control Reglamentario, dijo que dicho establecimiento cuenta con numerosos señalamientos en tal sentido, de ahí que la vigilancia se haya redoblado en este caso específico.
Señaló que pese a las notificaciones que con anterioridad se levantaron en su contra precisamente por expender fuera de horario, tal parece que a su propietario lo tiene sin cuidado pues persiste en hacer caso omiso de las disposiciones establecidas.
Acuña Cepeda manifestó que debido a lo anterior, no sólo a dicho ?antro? sino a otros de los que ya se tiene conocimiento, se les observa con detalle para proceder a la notificación correspondiente y se les inicie el procedimiento respectivo que culminará con la sanción a la que se hagan acreedores, como es el caso de Don Quintín, D?Var y otros más.
El director de Control Reglamentario explicó que en la Ley de alcoholes se marca como hora límite para vender bebidas, las dos de la mañana, sin embargo, quienes hayan tramitado y obtenido la autorización, existe una hora más de tolerancia para que los clientes terminen lo que están consumiendo y proceder al desalojo, pues para las tres de la madrugada el negocio debe estar cerrado.
Aclaró sin embargo que se les ha indicado a los inspectores que empleen su criterio para sitios de grandes proporciones donde resulta muy difícil, que en el lapso de sesenta minutos la totalidad de la clientela (tratándose de cientos o más de un millar), termine de consumir su último trago, por lo que existirá cierta flexibilidad siempre y cuando se constante que la gente vaya retirándose.
Sin compromisos
El funcionario municipal resaltó que en lo personal no tiene compromisos con ninguno de los propietarios de los ?antros? que existen a lo largo y ancho del municipio, por lo que si existen señalamientos de un negocio en particular, ?tenga por seguro que se investigará y de verificarse, se levantará el acta respectiva?, aseveró.
Las acciones se hacen con estricto apego a Derecho, sin violar las garantías de nadie pero haciendo cumplir el reglamento vigente, subrayó.
Arduas jornadas
Con sólo cuatro unidades a bordo de las cuales se transportan diez elementos, cada noche, en punto de las ocho, la Dirección de Inspección, Verificación y Control Reglamentario inicia sus labores que por lo general culminan entre las cuatro y cinco de la madrugada, precisó Luis Manuel Acuña Cepeda, titular de la dependencia en mención.
Los inspectores tienen la encomienda de que para la una de la madrugada observen que las cervecerías hayan cerrado, mientras que los restaurantes bar deben cerrar una hora después y finalmente todos los bares a las tres, incluyendo la llamada tolerancia o desalojo.
A diario, los inspectores realizan la visita de entre 60 y 80 negocios dedicados a la venta de bebidas embriagantes, ubicados en los distintos sectores del municipio.
VIOLACIONES
Entre las irregularidades que con mayor frecuencia se observan durante la visita que se hace en los negocios donde se expenden bebidas etílicas, son:
*Venta fuera de horario.
*Presencia de menores de edad.
*Incumplen con el desalojo de los parroquianos.
FUENTE: Dirección de Inspección, Verificación y Control Reglamentario
