EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Éxito del Congreso Eucarístico

Juan de la Borbolla

No se creó esa barrera que naturalmente se plantea en las cumbres de jefes de Estado o en otro tipo de reuniones de élite, por lo que la satisfacción popular en torno a este evento es mucho más palpable.

Con enrome alegría manifestada a través de variadas muestras exteriores por parte de las enormes muchedumbres que participaron, terminó el cuadragésimo octavo Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Guadalajara.

Quizá a diferencia de otros eventos de talla internacional, recientemente llevados a cabo en nuestra patria como pudiera haberlo sido por ejemplo la reciente cumbre de jefes de Gobierno de Europa el Iberoamérica del pasado mes de mayo o las cumbres de Monterrey y Cancún, el Congreso Eucarístico tuvo la peculiaridad de hacer directamente partícipe de las celebraciones al pueblo.

No se creó esa barrera que naturalmente se plantea en las cumbres de jefes de Estado o en otro tipo de reuniones de élite, por lo que la satisfacción popular en torno a este evento es mucho más palpable.

Para los creyentes católicos con el emotivo acto de clausura del Congreso, llevado a cabo en el Estadio Jalisco con las imágenes televisivas en vivo y en directo desde la basílica de San Pedro en Roma de Su Santidad Juan Pablo II, comienza un año verdaderamente especial puesto que al ser declarado Año de la Eucaristía el que se inició el pasado domingo hasta que en octubre de 2005 se lleve a cabo la Asamblea del Sínodo de Obispos, el Santo Padre nos plantea que toda esa emotividad tan mexicana desplegada a lo largo de los 12 días en que los ojos de toda las cristiandad se centraron en Guadalajara, se concrete en obras específicas de amor y adoración a Cristo en la Eucaristía y en acciones concretas de amor al prójimo en la persona de los más necesitados ya sea en sus aspectos materiales, como sobre todo aquellos que más requieren una guía espiritual por encontrarse en situaciones de penuria anímica, pecado o error.

De las conclusiones leídas por el cardenal Jozef Tomko, delegado pontificio a estas celebraciones, se puede derivar la concreción de lo que la Iglesia católica nos está pidiendo a sus fieles, como plan concreto para aprovechar lo mejor posible este año de gracia dedicado a Cristo Eucaristía: Retomar la práctica de la Santa Misa dominical y de los días declarados por la Iglesia como de fiesta en los que obliga la Misa completa.

Comulgar con más regularidad estando en gracia, a sabiendas de que el sacramento de la penitencia o de la reconciliación nos devuelve esa gracia cuando desgraciadamente la hemos perdido por efecto de un pecado mortal.

Revitalizar actos públicos de adoración a la Eucaristía fuera de la Santa Misa como son las bendiciones solemnes con el Santísimo, las procesiones por la vía pública sobre todo el día de Corpus Christi, las visitas frecuentes al Sagrario, el cuidado en todos los detalles de lo que en otro artículo denominábamos la urbanidad eucarística y en general una catequesis más viva respecto de lo que significa la Eucaristía en la vida personal de cada cristiano y para el conjunto de la Iglesia y de la humanidad en general.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 115518

elsiglo.mx