El arriesgado viaje de 81 minutos es el primer intento para lograr el premio Ansari X.
EFE
SAN FRANCISCO, E.U.- La nave SpaceShipOne giró sobre sí misma más de 20 veces antes de alcanzar con éxito los confines de la atmósfera, una maniobra que tuvo en vilo a quienes observaron en Mojave, en California, la histórica misión.
Pero mientras abajo se vivían estos momentos de angustia ante la espeluznante maniobra, el astronauta civil Mikel Melvill al parecer disfrutó de lo que calificó de ?muy buen viaje?.
Melvill, de 63 años, señaló en unas breves declaraciones tras el exitoso aterrizaje que fueron ?giros de la victoria? en la maniobra de ascenso, e indicó que él mismo podría haber causado estos giros inadvertidamente. ?Estás muy ocupado en ese momento con tus manos, tus pies, probablemente hice algo que causó estos giros?, señaló Melvill.
Con más de seis mil 400 horas de vuelo a sus espaldas, muchas de ellas como piloto de pruebas, Melvill es también vicepresidente de Scaled Composites, la firma aeronáutica que organizó esta misión.
Este arriesgado viaje de 81 minutos es el primer intento para hacerse con el premio Ansari X.
Este premio concede diez millones de dólares -la mitad de lo que costó este proyecto- a la primera nave privada con espacio para tres personas o el peso equivalente que sea capaz de alcanzar los 100 kilómetros de altitud y repetir la hazaña en 14 días.
El premio se inspira en el Orteig, el galardón que obtuvo en 1927 el piloto del ?Spirit of St Louis?, Charles Lindbergh, por el primer vuelo transatlántico.
Para conseguirlo, está previsto que el SpaceShipOne vuelva a repetir la hazaña el próximo lunes -previsiblemente de la mano de Melvill de nuevo-, una fecha que coincide con el aniversario del lanzamiento del satélite de la antigua Unión Soviética Sputnik I, que marcó el inicio de la carrera espacial.
Pero, de momento, toda la atención en este pequeño aeropuerto al sur de California, un centro de peregrinaje de entusiastas de la aviación, se centra en el vuelo de ayer.
Los organizadores de la misión señalaron que sus radares indican que el avión efectivamente alcanzó el objetivo de los 100 kilómetros, pero este no quedará certificado hasta que no lo confirmen los jueces del Ansari X.
Burt Rutan, pionero de la aviación y presidente de Scaled Composites, señaló que de aquí al lunes los técnicos estudiarán atentamente los datos del vuelo para determinar por qué se produjo este imprevisto, unos segundos después de que el SpaceShipOne se separase del avión nodriza, llamado White Knight.
SpaceShipOne, la futurista nave diseñada por Rutan -quien también tiene en su haber el avión ligero Voyager, el primero que dio la vuelta al mundo sin repostar-, se convirtió en junio pasado en el primer vehículo privado y tripulado en alcanzar el espacio, en una misión financiada por el millonario cofundador de Microsoft Paul Allen.
Esta no es la única nave en participar por el Ansari X.
Al premio también concursa el equipo canadiense Da Vinci Project, que anunció la semana pasada que retrasará la fecha inicialmente prevista para su vuelo (el dos de octubre) por problemas técnicos con la nave.
Liderado por el ingeniero y piloto Brian Feeney, el Da Vinci Project planea utilizar un globo que elevará al cohete Wild Fire a unos 25 kilómetros de altitud.
El evento de ayer se produce poco después de que Richard Branson, el dueño de Virgin, anunciase que su compañía ha firmado un contrato para asegurarse los primeros vuelos comerciales al espacio.
De acuerdo con Virgin, que dio a conocer esta iniciativa espacial el lunes en la Real Sociedad Aeronáutica de Londres, unos tres mil astronautas podrían viajar al espacio de aquí a cinco años.