MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- El Bosque de Chapultepec será sometido a un proyecto de exploración arqueológica de largo plazo que ampliará la investigación más allá del cerro del Chapulín y abarcará las dos secciones que integran esta zona.
Lo anterior surge a raíz de los recientes descubrimientos ocurridos en la falda sur del Cerro de Chapultepec, donde se encontraron vestigios teotihuacanos que por primera vez confirman que ahí hubo asentamientos de la citada cultura prehispánica.
Desde el siglo 19, el parque recreativo más grande de la ciudad de México ha sido fuente de vestigios prehispánicos; sin embargo es la primera vez que el Museo Nacional de Historia (MNH) en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) establece un programa permanente de investigación arqueológica que abarcará la primera y segunda sección del bosque, informó Luciano Cedillo Alvarez, director del museo.
Y es que en ambas zonas existen espacios con altas probabilidades de encontrar vestigios: cerca de los baños y las albercas de Moctezuma, las fuentes y los andadores ubicados dentro de la primera sección, así como en las áreas verdes cercanas a la Feria de Chapultepec y los museos de la segunda.
El banderazo de arranque se dio con los hallazgos de alrededor de 14 piezas y cimientos de muros encontrados en una excavación iniciada el pasado 16 de octubre y culminada el 5 de diciembre de 2003 en la falda sur del cerro, la cual mide 20 metros cuadrados.
Los descubrimientos podrían pertenecer al periodo clásico (aproximadamente 300 a 700 d.C.) informaron las arqueólogas María de la Luz Moreno, coordinadora del proyecto arqueológico del MNH y Rocío Morales, responsable de la excavación.
Las especialistas aclararon que este evento no modifica el discurso histórico. En cambio, sí es una aportación a la historia de la zona que sólo se ubicaba como un asentamiento mexica, virreinal y moderno.
El hallazgo surgió tras los trabajos de iluminación que se realizan en los andadores del bosque, pero ya se tenían antecedentes de asentamientos teotihuacanos cuando en 1999 se encontraron vestigios de esta cultura con el proyecto de restauración del museo, explicó Morales.
"Creemos que es un área con una fuerte carga ideológica y social. Puede tratarse de una ofrenda o la zona de entierros de una zona habitacional; sin embargo aún tenemos que hacer estudios para precisar la información. Calculamos que en un mes podríamos tener más avances", comentó la arqueóloga.
La excavación fue dividida en dos sectores: sur y norte. En el primero se presentan vestigios domésticos: son un conjunto de vasijas tales como molcajetes, jarras y ollas. En esta zona aparecen alineamientos de piedras.
En el segundo sector hay restos que sugieren era un área de rituales, pues existen seis pares de vasijas colocadas una encima de la otra donde una de ellas contiene fragmentos de huesos pequeños que, al parecer, corresponde a un niño. Aquí también hay señas de apisonamientos (tierra o grava apretada o allanada) y cimentaciones de muro.
La investigación arqueológica para el 2004 tendrá dos temporadas de campo que iniciarán en marzo. Para ello se cuenta con un presupuesto de medio millón de pesos otorgados por el INAH. También participa el Gobierno del Distrito Federal con 100 mil pesos. Se prevé contar con recursos extras de otras instancias interesadas en apoyar este proyecto.
Otro objetivo a futuro es montar una exposición de las piezas encontradas en la periferia del Cerro de Chapultepec en el mismo Museo Nacional de Historia.
