AGENCIAS
BRUSELAS, BÉLGICA.- Una explosión espectacular en un gasoducto perforado por obreros de la construcción dejó ayer un saldo de hasta 15 muertos y 112 heridos, en un estallido demoledor que derribó edificios, carbonizó automóviles y pobló el aire de llamaradas gigantes.
El estallido ocurrió alrededor de las 8:30 de la mañana en una zona industrial de la aldea cercana de Ghislenghien, a unos 30 kilómetros al sureste de Bruselas.
Los obreros de la construcción alertaron a los bomberos de que habían dañado el gasoducto subterráneo, dijo el gobernador provincial interino Guy Petit. Por lo menos cinco de los muertos y muchos de los heridos eran según se cree policías y bomberos que respondieron a los pedidos de auxilio.
Las primeras autoridades -el rey Alberto II y el primer ministro, Guy Verhofstadt-, interrumpieron sus vacaciones para acudir al lugar del accidente.
El poderoso estallido ocasionó impresionantes nubes de llamaradas además derribó varios edificios y lanzó cadáveres a más de 100 metros de distancia.
La devastación parecía un campo de batalla, donde todo quedó derretido o carbonizado en un radio de 400 metros del lugar de la explosión.
“Había cadáveres en playas de estacionamiento y en campos, había automóviles carbonizados”, describió un testigo.