FUGA DE GAS| CUANTIOSO DAÑOS MATERIALES EN VARIOS NEGOCIOS Y DOMICILIOS PARTICULARES
No se registraron pérdidas humanas; sólo tres lesionados leves
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Tres fuertes explosiones ocasionadas por una fuga de gas, se registraron poco antes de la una de la tarde cuando empleados de la empresa Gas Imperial, surtían del combustible en uno de los dos tanques estacionarios del restaurant bar Los Arrieros. Domicilios particulares y varios negocios se cimbraron y resintieron daños diversos ante los estallidos que luego generaron un incendio. Milagrosamente no hubo víctimas mortales, sólo tres lesionados leves. Los pérdidas son cuantiosas.
Veinte minutos antes de las 13 horas, arribó hasta el domicilio ubicado en bulevar Independencia No. 2207 oriente, lugar donde se encuentra la mencionada negociación, un camión pipa de la empresa Gas Imperial, con el propósito de llenar un tanque estacionario de aproximadamente mil litros, ubicado en la azotea del establecimiento.
El empleado de la compañía gasera, Ernesto Carrillo, subió a la parte alta en compañía de uno de los trabajadores del restaurant bar, del que se desconoce su identidad, con el objeto de hacer la conexión correspondiente y comenzar con el llenado o trasvaso del combustible al tanque estacionario.
En el interior del local comercial, se hallaban aproximadamente unas seis u ocho personas, entre ellas el propietario, Rafael Venegas Díaz, quien daba los últimos detalles para la próxima inauguración de un segundo restaurant que estaría en la planta alta del inmueble, que recién fue remodelada y en donde hizo una fuerte inversión, en la que empleó todos sus ahorros e incluso solicitó algunos préstamos. El seguro lo dejó pendiente, para después.
Escasos diez minutos antes de la una de la tarde, estacionaba su vehículo, un Volkswagen, color azul marino, modelo aproximado 1986, Nicolás González Rodríguez, de 25 años de edad y con domicilio en calzada Ramón Méndez No. 402 de la colonia Francisco Villa. Se dirigía al cajero automático del HSBC, con el objeto de retirar dinero de su raya semanal.
En esos momentos, Ernesto Carrillo y el empleado de Los Arrieros, detectaron una fuga en la línea de conducción, por lo que corrieron a avisar a la persona que estaba en la parte de abajo manejando el suministro de gas de la pipa para que lo interrumpiera, pero no lo consiguieron.
Entonces se registraron tres fuertes estallidos que por los brevísimos intervalos en que se sucedieron, pareció uno solo, ocasionando el pánico de quienes estaban en el interior del restaurant, así como de las personas que se hallaban en los negocios aledaños e incluso en automovilistas que en esos precisos momentos pasaban por el lugar.
Las puertas del acceso principal del establecimiento, fueron lanzadas hacia fuera, desprendiéndolas de sus goznes, en tanto que los ventanales se hacían añicos, lanzando una lluvia de vidrios a más de 50 metros del lugar, sobre el bulevar Independencia. Incluso una de las sillas metálicas que se hallaba en el interior, alcanzó el enorme cristal de la agencia de autos Toyota, ubicada frente al restaurant siniestrado, atravesándolo y cayendo encima de un vehículo último modelo.
Heridas cortantes en el cuello del lado derecho así como en antebrazo y mano derechos, sufrió Nicolás, quien fue sorprendido por las explosiones cuando cerraba la portezuela de su auto, cuyos cristales de las ventanillas y parabrisas quedaron destrozados.
Adentro, Rafael Venegas Díaz, quien se hallaba en la planta baja, vio cuando su empleado y el de la compañía de gas, rodaban escaleras abajo recibiendo una honda impresión, al ignorar lo que estaba sucediendo.
Seguido del estruendo de los estallidos, se escuchó el de cristales quebrados, así como el chirrido de las llantas de un auto que fue a impactar su parte frontal con la trasera de otro, cuando el chofer, por instinto, se agachó, descuidando la conducción de la unidad.
Tras la explosión no se hicieron esperar los gritos de sorpresa y angustia así como el llanto de las trabajadoras de Los Arrieros, entre las que se encontraba Irene Martínez, quien resultó con diversas lesiones en rostro, tórax y brazos, al recibir de frente la lluvia de vidrios rotos que le cayeron encima. Otra mujer de la que se desconocen sus datos, también resultó con heridas diversas.
Entonces empezó el fuego en el segundo nivel del edificio, por lo que de inmediato se solicitó el auxilio de los bomberos, recibiendo éstos el llamado de auxilio, apenas ocho minutos después de que se registraran las detonaciones.
El auxilio
A la una de la tarde en punto, el cuartel de Bomberos Colón recibió el reporte de explosión e incendio, acudiendo de inmediato hasta el punto donde se ubicaba, siendo apoyados por elementos de las subestaciones Oriente y Sur. El tiempo de respuesta se estimó en ocho minutos.
Para entonces el director de la Unidad Municipal de Protección Civil, Enrique Agüero Pámanes, ya había llegado al lugar del incidente para coordinar las acciones de los cuerpos de seguridad y rescate que se dieron cita.
Varias unidades de la Dirección de Seguridad Pública Municipal acordonaron el área, en tanto elementos de Tránsito y Vialidad, se encargaban de regular y controlar el tráfico que a esas horas se incrementa por el bulevar Independencia, desviando la circulación hacía calles adyacentes a fin de no entorpecer las labores de los ?tragahumo?.
Al mando del subcomandante Gabriel Ontiveros Ortega, los 15 elementos que llegaron a bordo de las máquinas 02 y 07, así como las cisternas 12 y 19, se abocaron a sofocar el siniestro que prácticamente se había propagado en la parte alta y ya comenzaba a extenderse hacia abajo.
El tráfico vehicular fue desviado desde varias calles a la redonda del sitio del siniestro, al oriente por calle Montevideo y al poniente por la Mónaco.
El director de Protección Civil, informó que el camión pipa de Gas Imperial fue asegurado con el objeto de que se realice un peritaje, además, se dio parte al Ministerio Público para que inicie cuanto antes la investigación y así deslindar responsabilidades.