EFE
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El Gobierno de la provincia de Buenos Aires, el distrito con mayor índice delictivo de Argentina, expulsó ayer a 303 policías por estar involucrados en supuestos hechos delictivos, informó el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián.
Durante una rueda de prensa, el funcionario argentino dijo que se trata de una parte de los mil 200 policías bonaerenses que ya tenían sumarios abiertos en su contra y habían sido pasados a disponibilidad preventiva.
El secuestro y asesinato de un estudiante de ingeniería, de 23 años, a finales de marzo pasado llevó al padre de la víctima, el ingeniero textil Juan Carlos Blumberg, a organizar multitudinarias manifestaciones en la capital argentina en demanda de mayores medidas de seguridad.
Fue así que el Parlamento endureció las condenas para los asesinos, secuestradores y violadores, redujo los beneficios de excarcelación y de libertad condicional, mientras el Gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires comenzaron a introducir profundas reformas en sus policías.
La depuración policial se enmarca en el Plan Trienal de Seguridad que puso en marcha este mes el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá y en el que advirtió que “habrá más efectivos separados de la fuerza”, siempre que exista motivos.
Arslanián desechó los rumores existente sobre “descontento” en la policía por los despidos realizados y advirtió de que el “proceso de cambio” emprendido por el Ejecutivo provincial se hará “con los hombres buenos y sanos”.
El ministro añadió que se llevará a cabo un sistema de “control” de los policías que fueron expulsados por presuntos episodios delictivos.
“No vamos a consentir ningún tipo de blanqueo de situaciones graves de ninguna naturaleza. Este proceso de cambio y de reconstrucción se va a dar con los hombres que se comprometan con la comunidad y ejerzan con responsabilidad su misión, con los demás no”, enfatizó Arslanián.
La medida se encuentra a tono con el anuncio lanzado a principios de este mes por el Gobierno nacional, que incluyó una purga en la Policía Federal y la reestructuración de esa fuerza de seguridad para mitigar las demandas de la ciudadanía por los altos índices delictivos y de corrupción policial en el país.
El ministro de Justicia, Gustavo Beliz, informó el pasado siete de mayo que 107 comisarios y subcomisarios de la Policía Federal fueron pasados a disponibilidad o a situación de retiro por “irregularidades” o porque “tienen causas judiciales en trámite”.
Beliz también dijo días atrás que en los últimos diez meses el Gobierno separó de sus cargos a más de 450 miembros de la Policía Federal acusados de cometer irregularidades.
Esta fuerza tiene jurisdicción en la ciudad de Buenos Aires tanto para la prevención y represión del delito, como para la dirección y ordenamiento del tránsito de vehículos y custodia de edificios públicos y de funcionarios nacionales.
