EFE
LIMA, PERÚ.- El embajador de Japón en Perú, Yubun Narita, afirmó que la extradición del ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000), solicitado por la justicia peruana, “no es una cosa fácil”.
“La extradición no es tan fácil, hay una complejidad”, señaló el diplomático en declaraciones que reprodujeron ayer medios locales, para después recordar que Perú también tiene pendiente la respuesta a otros procesos de extradición solicitados a otros países.
Narita dijo que los reclamos peruanos por la demora en la respuesta del Gobierno japonés “es una cuestión de puntos de vista” y remarcó que “la extradición se está estudiando con seriedad y esto requiere tiempo, no hay plazo fijo”.
Añadió que “el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, ya expresó que Tokio está atendiendo la solicitud de extradición” de Fujimori, solicitada por las autoridades peruanas por violaciones a los derechos humanos y la entrega ilegal de fondos del estado al ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos.
Fujimori permanece en Japón desde noviembre de 2000, cuando presentó su renuncia a la Presidencia peruana vía fax, en medio de un escándalo de corrupción durante su Gobierno.
El ex presidente, que dice ser víctima de una persecución política, ha reiterado que regresará a Perú para participar en las elecciones de 2006.
Esa posibilidad ha sido negada por diversas autoridades que recuerdan que sobre el ex gobernante está vigente el impedimento para desempeñar cualquier cargo público durante diez años, y que primero deberá responder por los delitos que le imputa la justicia peruana.