Buenos Aires, (EFE).- Un juez argentino condenó a una empresa productora de sidra a pagar alrededor de 33 mil dólares a un joven que se accidentó con un corcho al intentar destapar una botella y perdió casi totalmente la visión de un ojo.
Según informa el diario "Clarín", en base a la Ley de Defensa del Consumidor, el juez Horacio Maderna Etchegaray sostuvo para argumentar su decisión que las empresas que fabrican productos para su venta masiva tienen "una obligación de seguridad" respecto a los consumidores, manifestada en la garantía de no provocar daños.
El juez dio además importancia al hecho de que el corcho que impactó contra el ojo del adolescente fuera plástico, más barato que los tradicionales, aunque también señaló que la conducta del menor no fue "del todo prudente", ya que apuntó la botella directamente a su rostro.
De este modo, Maderna Etchegaray determinó que la responsabilidad de la empresa Sáenz Briones, fabricante de la sidra, fue del 65 por ciento y la del menor, identificado como Damián, del 35 por ciento.
El accidente ocurrió en la madrugada del 1 de enero de 2001, durante la cena en la que la familia del joven celebraba la llegada del año nuevo.
Damián, que por entonces tenía 15 años, sufrió un derrame que derivó días después en una hemorragia interna en su ojo izquierdo y fue sometido a dos operaciones, la última de ellas el año pasado, aunque hasta el momento aún tiene un solo ojo útil.
Según consideró su abogado, Osmar Domínguez, la responsabilidad de la embotelladora fue "completa, teniendo en cuenta que su decisión de recurrir a corchos plásticos busca abaratar los costos y pone en riesgo a los consumidores".
La empresa, por su parte, atribuyó el accidente a la "errática manipulación que se hizo de la botella".
"Como sucedieron los hechos surge claramente que la botella actuó como 'cosa riesgosa'. Verificado que el daño lo causó la botella, quien la fabricó tiene la responsabilidad", resumió el juez en su sentencia.
