Gil y Gil, dimitió como presidente del Atlético de Madrid en mayo de 2003 después de 16 años en el cargo.
14 de mayo de 2004
MADRID, (Reuters) - El accionista mayoritario del Atlético de Madrid, Jesús Gil y Gil, falleció el viernes después de permanecer seis días ingresado en una clínica madrileña tras sufrir un ataque cerebral, dijeron medios de prensa.
El también ex alcalde de Marbella, de 71 años de edad, fue ingresado el pasado día 9 en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario, adonde fue trasladado desde la residencia Sanitaria Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina (Toledo).
Jesús Gil se encontraba en su finca de Valdeolivas, en Avila, cuando se sintió indispuesto el pasado día 9. Desde entonces su estado se salud ha empeorado hasta que en la tarde de hoy se produjo su fallecimiento.
Gil murió sin saber el resultado del último partido que jugó el Atlético de Madrid en Santander frente al Rácing.
Gil y Gil dimitió como presidente del Atlético de Madrid en mayo de 2003 después de 16 años en el cargo, señalando su salud como una de las razones que habían provocado su decisión.
A principios de 2003 se le instaló un marcapasos después de sufrir una serie de problemas por tensión alta.
Fue sustituido en el cargo por Enrique Cerezo, durante mucho tiempo vicepresidente, pero aún tenía antes de morir la mayoría accionaria del club mientras que su hijo Miguel Angel es el director gerente.
Gil y Gil se convirtió en el presidente del Atlético en 1987 y desde entonces estuvo en el centro de los titulares de la prensa.
Estuvo implicado en una serie de conflictos legales ligados a su posición en el club y a su época de alcalde de Marbella, y pasó períodos cortos en prisión durante las investigaciones de los casos judiciales.
Historial
El historial médico de Jesús Gil y Gil, de 71 años, contemplaba una intervención quirúrgica en enero de 2003 en la que se le implantó un marcapasos en el hospital de La Luz de Madrid.
Anteriormente, en febrero de 2000, tuvo que ser ingresado en la misma clínica, aquejado de una arritmia cardíaca, de la que se recuperó rápidamente.
El 7 de enero de 1999 se ordenó su ingreso en la prisión de Málaga, acusado junto a cinco personas más de cuatro delitos de malversación de caudales públicos y otro de falsedad en documento público, en relación con la contratación por el consistorio de la publicidad de las camisetas de los jugadores del club, y al tercer día de reclusión sufrió otra importante dolencia.
Gil presentó un cuadro de hipertensión severa acompañado de cefalea y fibrilación auricular crónica, que le llevó al Hospital Clínico Universitario de Málaga.
El 14 de enero fue puesto en libertad bajo fianza de cien millones de pesetas y, una vez efectuado el pago, permaneció hasta el día 19 en el hospital, donde le fue practicado un cateterismo.
Gil había superado todo hasta que llegó este último ataque que le sorprendió en su finca cuando descansaba tranquilamente esperando conocer el resultado de su equipo en Santander.
Ya en Madrid, el 11 de mayo la clínica Cemtro comenzó a informar a la opinión pública a través de diferentes partes médicos. En el primero se decía que había sido "intubado" como consecuencia de una "disminución de consciencia" acompañada de "insuficiencia respiratoria".
