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Familia sirviendo la vida

Germán de la Cruz Carrizales

Segunda Parte

Caricias Íntimas

En la sección pasada comentamos acerca de las caricias íntimas entre novios, la participación y conciencia del hombre y de la mujer, esta semana concluiremos este tema que nos ha dejado un incremento de los embarazos en los adolescentes (siete de cada diez embarazos en nuestro país son de niñas de secundaria y preparatoria), al no tener conciencia de esto.

Sería imposible corregir la conducta de todos los hombres; por lo tanto, la mujer inteligente debe convertir la ?desventaja? de ser responsable de los límites en una ?ventaja?. Pongamos el caso de una chica que desea ser tomada en serio por su novio. Como ella es responsable tácita de las caricias, puede manejarlas para autodestruirse o para dignificarse.

Con base en el amor (legítimo) que siente, la mujer boba apresura las caricias sexuales con la idea de que cuando más rápido lleguen a la intimidad, él la amará más. Una regla básica en los negocios es que si algo abunda, el precio baja. Algunos comerciantes esconden los productos para provocar escasez y de esta forma incrementar el precio. El manejo bobo del sexo consiste en sobreabundarlo. Es un hecho innegable: el joven que tiene fácil acceso a caricias profundas y sabe que puede seguir degustando el cuerpo de su novia, se echará para atrás con mucha facilidad ante un compromiso más serio.

La mujer inteligente no admite manoseos, pues vincula su respeto y dignidad a la forma como es tratada. Por otra parte, sí admite caricias, pero condiciona su avance a la etapa exacta de la relación. Si el hombre no se compromete en el umbral de la siguiente etapa, la chica inteligente ?pone tierra de por medio? y lo deja con el sabor de boca de cuánto perdió. Esto provoca que cualquier hombre esté dispuesto a hacer lo que sea por una mujer.

¿Cómo sonaría la redacción del novio que abandonó a Lupe (el tema de la semana pasada) si ella hubiera sido más inteligente? Probablemente así:

No era mi intención casarme con Lupe, pero las cosas se dieron: ?Matrimonio y mortaja, del cielo baja?. Nuestras primeras caricias fueron dulces e inocentes.

Un día mientras la besaba, puse la mano en su pecho y ella la retiró enérgicamente. Volví a intentarlo, pero Lupe interrumpió nuestro beso para decirme que no deseaba que la tocara. Yo le aclaré que era sólo una manifestación de cariño y ella mencionó que la mejor forma de demostrarle afecto era respetándola. Me enfurecí de verdad. Pensé que era anticuada e inmadura. Me dispuse a dejarla, pero me atraía tanto que terminé regresando con la consigna secreta de convencerla algún día. Fue inútil. Sus ideas eran muy firmes. Después de varias discusiones fuertes, me resigné a mantener una relación preponderantemente de convivencia. Nos besábamos y abrazábamos, pero las caricias leves eran sólo un complemento y no el centro de nuestra unión. Debo reconocer que crecimos mucho como personas. Ambos llegamos a la certeza de contar con un amigo incondicional.

Con el paso de los años, las primeras riñas se olvidaron. Nuestra confianza era mucho mayor y llegó el momento en que fue normal para mí tocarla con delicadeza y para ella acariciarme. Para ese entonces hablábamos frecuentemente de nuestro futuro matrimonio. Al poco tiempo me sugirió que nos casáramos, a lo que yo me negué.

Por desgracia las múltiples actividades de Lupe comenzaron a separarnos. Trabajaba y estudiaba. Cada vez tenía más deberes. Yo la extrañaba mucho. Nunca hubo otra oportunidad para repetir las caricias fuertes. Ella se alejó de mí. Me hizo ver que si no me decidía, pronto quizá la perdería. Me consta que no le faltaban pretendientes. Así que hice acopio de valor y la pedí en matrimonio. Antes de casarnos hubo acercamientos profundos, pero nunca tuvimos relaciones. Cuando llegó la fecha yo estaba loco, enardecido de amor por ella? creo que empezamos nuestro matrimonio con el pie derecho. A propósito, nuestra vida sexual ahora es extraordinaria?

La Verdadera Prueba de Amor

El amor real no tiene prisa, pues cuenta con fuertes bases en el conocimiento profundo de la otra persona (segunda etapa) y en la aceptación total de sus virtudes y defectos. La mejor forma de comprobar si dos personas se aman de verdad, es dejar a un lado los besos y caricias durante ciertos periodos.

El amor verdadero es espiritualmente satisfactorio para la pareja y puede sobrevivir a la abstinencia sexual.

Los casados conviven a solas en una casa, departamento o habitación (casa - dos) y ahí mantienen una vida sexual activa. Cuando los novios están solos en un inmueble, el instinto los lleva a caricias íntimas que, por lo común, no pueden detener. Una regla fundamental en el noviazgo ordenado debe ser: jamás quedarse solos en una casa, departamento o habitación.

Una última consideración urgente respecto al tema de las caricias: según estadísticas sería, casi cuarenta por ciento de los jóvenes preuniversitarios y universitarios ingieren alcohol sistemáticamente al menos una vez por semana; el alcohol está presente en el sesenta por ciento de los homicidios, treinta por ciento de los suicidios, cincuenta por ciento de los accidentes automovilísticos, cincuenta y ocho por ciento de las muertes por incendio, cuarenta y cinco por ciento de las muertes por ahogamiento en agua.

Podemos afirmar que el alcohol, como droga estimulante, desinhibe los instintos y ocasiona en los jóvenes un aumento desmedido de caricias y relaciones sexuales. Está comprobado: los novios que asisten a reuniones o lugares donde abunda el alcohol son varias veces más propensos a tener caricias eróticas profundas e incluso relaciones sexuales. Miles de embarazos indeseados provienen de una noche de copas. Millones de abusos sexuales se perpetran con el artilugio de emborrachar a la mujer. Infinidad de novios acaba cediendo a sus frugales intenciones de mantener un límite en las caricias sexuales, desinhibidos por el alcohol. Cuando la mecha está impregnada de esta droga, siempre resulta muy corta para apagarla a tiempo. Ni este tema ni ninguna consideración de juicio sirven para nada cuando la persona está ebria. Ante los efectos del alcohol, no hay límites que valgan.

Cuestionario

* ¿Consideras que debe haber caricias y besos en todos los noviazgos? ¿Por qué?

* ¿Crees que las caricias son un medio para llegar a las relaciones sexuales o un fin -de goce mutuo- en sí mismo?

* ¿Cuáles y cómo son las cuatro etapas de una relación?

* Analiza los noviazgos que haz tenido; haz una breve reseña de ellos identificando las etapas a las que has llegado.

* ¿Qué ocurre cuando la pareja se salta las etapas?

* ¿Podría un joven llegar a violar a su novia? ¿Cuándo? ¿Cómo se puede evitar?

* ¿Cuál debería ser la conducta correcta de los varones respecto al refrán que dice: ?El hombre llega hasta donde la mujer lo permite??

* ¿Crees que puede cambiarse la mentalidad de los hombres a este respecto? ¿Cómo?

* ¿Cómo puede convertir una mujer la ?desventaja? de ser responsable de los avances sexuales en ?ventaja??

* ¿Cuáles son las opciones destructivas y edificantes de una mujer para manejar las caricias? ¿Qué resulta de aplicar cada una de ellas?

* ¿Cuál es la verdadera prueba de amor?

* ¿Por qué se dice que los novios no deberían quedarse solos en un inmueble?

* ¿Cuál crees que deba ser la actitud de los jóvenes que deseen planear su vida sexual respecto al uso del alcohol?

Pretendemos establecer una comunicación con usted amable lector a través de contestar estos cuestionarios (de preferencia en familia), la retroalimentación o exposición de casos que nos puedan dar en el buzón de sugerencias que estará de manera permanente en la recepción de este diario con atención a la sección cultural, artículos Familia Sirviendo a la Vida, así como con, Germán de la Cruz Carrizales (pmger@latinmail.com).

Los comentarios que se han recibido se están mandando por correo y por e-mail, gracias por sus comentarios tan valiosos y por la participación entusiasta de padres de familia y sobre todo de los jóvenes.

Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hará que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. El próximo tema a tratar será el de confusión sexual. Gracias por su atención.

?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.

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