SUN-AEE
México, DF.- Ahora Thalía ?desairó? a sus fans, tal vez ni ella sospechaba que su poder de convocatoria reuniera a más de tres mil 500 personas en el estacionamiento del centro comercial Plaza Satélite, donde se realizó su segunda firma de autógrafos.
La tienda departamental Sears fue la encargada de organizar el evento al lado de su compañía disquera, sin embargo condicionó la oportunidad de convivir con la cantante sólo al adquirir un disco en ese momento a cambio de lo cual se le otorgaría al cliente una pulsera que aseguraría un autógrafo.
Mientras la venta masiva continuaba en el primer nivel de la tienda en la planta baja también se ofrecía la oportunidad de acercarse a Thalía, pero en lugar de comprar el disco o DVD de su más reciente álbum, aquí se tenía que comprar una impresora, gracias a la cual también se obtenía una de las mil 500 pulseras para asignar a los afortunados.
La esposa de Tommy Mottola llegó media hora tarde a la cita, el público comenzó a pasar poco a poco.
Nuevamente, como lo había hecho un día antes, la intérprete de Amor a la Mexicana agradeció con micrófono en mano a todos los que acudieron al lugar, que para esos momentos parecía más el foro de un concierto.
La tarde se hizo de noche y Thalía, parada y luego sentada estuvo acompañada de su madre, Yolanda Miranda, quien permaneció en una silla a las espaldas de su hija.
Los regalos se fueron acumulando en la mesa de la artista, desde flores hasta un barril de madera para el tequila.
Pero ahora la paciencia de Thalía, o mejor dicho la de su manager estadounidense Randy Hoffman, quien luego de tres horas de firmas decidió cortar la sesión.
De pronto parecía que ya no había gente en la fila, pero esto sucedió porque los elementos de seguridad privada cortaron metros atrás la afluencia de gente.
Justo a las 21:30 horas Thalía se despidió y agradeció la presencia de todos, así abandonó el lugar, mientras el descontento y hasta el enojo comenzó a brotar entre los presentes.
?Estuvimos formados aquí desde las cuatro de la tarde y compramos nuestro disco en la tienda como lo pidieron, esto no es justo?, decía uno de los inconformes.
Luego la gente comenzó a gritar como reproche: ?Paulina, Paulina, Paulina!?, pero ya nada haría regresar a la cantante que para esos momentos ya viajaba sobre el Periférico rumbo al lujoso hotel donde se encontraba hospedada. Este sábado Thalía abandonará México y regresará a Estados Unidos, pero volverá pronto para ofrecer sus shows en vivo.
