TORREÓN, COAH.- Sin duda alguna que uno de los personajes más conocidos en el ambiente golfístico del Campestre Torreón lo es el arquitecto Federico Obeso, quien cuenta a la fecha con una trayectoria de casi cuatro décadas dentro de este deporte, tiempo que le ha permitido aprender día con día y disfrutar de las bondades que brinda la citada disciplina.
Socio del Campestre Torreón por más de veinte años, afirma disfrutar del Torneo Anual como pocos, ya que este certamen representa la posibilidad de convivir con amigos y aún con gente desconocida, con lo cual termina por establecer lazos amistosos e incluso de negocios.
?El próximo año empezaré a escribir mis memorias correspondientes a cuarenta años de juego, donde las experiencias, detalles, vivencias, emociones y las amistades que han surgido a lo largo de este tiempo, serán parte medular del citado trabajo?.
Como muchos otros, el arquitecto Obeso recuerda que sus inicios en el golf se dieron en el Campestre Lagunero de Gómez Palacio, bajo la dirección de los profesores Carrasco y Elías de Vicenzo, ambos ya fallecidos. ?Por muchos años me he dedicado a disfrutar la buena vida del golf, tanto en el terreno deportivo, como social. Yo me inicié en la práctica a los 25 años, creo que algo crecidito, pero he sabido sacarle el máximo provecho a cada jornada en el campo de juego.
El golf tiene el don de generar muchas amistades, de pronto uno empieza a jugar con desconocidos y termina por hacerlo con un grupo de amigos; es una disciplina que tiene un lenguaje universal, de ahí que en cualquier parte del mundo puede uno jugarla y tras cuatro horas o más de recorrer el campo, termina uno por conocer mucha gente?.
De acuerdo al jugador, este deporte ayuda a formar el carácter y el temple de quien lo practica. ?Muchas veces cuando las cosas no salen bien, uno se da cuenta de los alcances que tiene para dominar las situaciones?.
Tras cuarenta años como golfista, afirma haber visitado en múltiples ocasiones alrededor de ochenta o noventa campos de golf en la República Mexicana, además de otros existentes en Estados Unidos y Europa.
Con la experiencia acumulada por casi cuatro décadas, asegura que para jugar golf prácticamente no hay un límite en cuanto a la edad, ya que mientras se tengan facultades físicas y mentales, cualquier persona lo puede hacer y así puede disfrutar de sus bondades en cualquier lugar del mundo.
?Se aprende a jugar golf tan rápido o lentamente, como tiempo se le dedique a la práctica, en este medio hay una máxima que dice: ?Anda bien tu golf, andan mal tus negocios?. Es necesario encontrar un equilibrio entre ambas actividades?.
Una gran hazaña
Entre sus logros personales en el campo de juego, se encuentra el haber conseguido un hole in one el 26 de septiembre de 1993, a una distancia de 147 yardas en el hoyo siete del Campestre Torreón.
?Lo formidable de esta jugada es que la pelota entró de aire, nunca tocó el pasto, desde que le pegué con el bastón, la pelota voló hasta entrar al hoyo?.
