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MÉXICO, DF.- Desafiante en muchas de sus actitudes, Sarah Ferguson -duquesa de York- sigue ocupando la escena mundial como lo ha hecho desde hace 15 años.
Pero ya se comporta y ahora habló del libro donde aparece enseñando piernas y brazos. ?Sí aparezco en el libro en el que mucha gente sale desnuda, pero yo estoy cubierta completamente por una larga sábana negra. No se puede ver nada, excepto mis piernas y mis brazos. No querría estropear el desayuno a nadie?, declaró una sonriente y esbelta Sarah Ferguson a la televisión británica.
Su enésimo escándalo parecía a la puerta: según trascendió, ella había aceptado unirse al grupo de famosos que posaron con poca ropa en aras de ayudar a la institución creada por Elton John para combatir el SIDA.
Esos retratos se reunirán en el libro Cuatro Pulgadas, que saldrá al mercado la próxima Primavera. Como sea, Sarah Ferguson aparecerá con joyas de Cartier estratégicamente ubicadas en su cuerpo y con unos zapatos de tacón alto, de Jimmy Choo, diseñador que causa sensación entre la alta sociedad.
A sus 45 años de edad, la otrora poco llamativa pelirroja sigue en la escena mundial. Quizá muchos recuerden aquella conmovedora imagen de Fergie sumamente pasada de peso luego de dar a luz a su primogénita, con la rizada cabellera al viento, sin maquillaje y con un vestido nada favorecedor, que enviaba un beso a su marido, el príncipe Andrés. Éste la saludaba desde la cubierta del barco de la Armada de su país en el que había pasado largo tiempo de prácticas. Era la imagen de una esposa enamorada.
La pareja se había casado el 23 de julio de 1986 en la Abadía de Westminster y más de 500 millones de espectadores siguieron el desarrollo de la ceremonia alrededor del mundo. Minutos antes de la boda, el novio fue investido como duque de York y como parte del ritual del matrimonio, Sarah le prometió obediencia -una cláusula omitida por su cuñada, la princesa Diana de Gales, al casarse con el príncipe Carlos en 1981.
Aunque distante de la Familia Real por su condición social, Sarah Ferguson (nacida el 15 de octubre de 1959 en Londres) conocía muy bien a sus miembros.
Su padre, Ronald Ferguson, era el entrenador de polo de Felipe, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II, y de su hijo el príncipe Carlos.
En su autobiografía Mi Historia, Fergie asegura que aprovechaba los momentos en que su padre estaba ocupado ?para jugar con otros truhanes como yo, incluido el príncipe Andrés, que tenía mi edad?.
Con el tiempo, la pasión de ambos por los caballos los llevó a reencontrarse. En 1985, la joven de 26 años fue invitada a la famosa carrera real de Ascot, donde saludó al príncipe, quien reconoció a su amiga de infancia y esa misma semana comenzaron a salir.
¿Qué había sido de Fergie hasta entonces? Tenía un modesto empleo y vivía sola en una habitación que alquilaba por 30 libras -631 pesos- a la semana. Y aunque estaba llena de deudas, mantenía relaciones con la alta sociedad.
El 19 de marzo de 1986, Andrés y su novia plebeya anunciaron su compromiso. Los periódicos de la época señalaron que Sarah había vivido en unión libre con su antiguo novio, el famoso corredor de autos Paddy McNally. A nadie le incomodó el dato. A poco de su matrimonio, la prensa del Reino Unido empezó a criticar la ropa, el cabello alborotado, el peso que iba ganando y hasta la expansiva personalidad de Fergie.