Tropas del Ejército norteamericano se enfrentan contra insurgentes shiitas en Ciudad Al Sadr.
EFE
BAGDAD, IRAK.- Fuerzas estadounidenses combatieron ayer con milicianos leales al clérigo shiita Muqtada al Sadr en los barrios pobres de Ciudad Al Sadr, muriendo por lo menos 36 personas, entre ellas un soldado norteamericano y resultando heridas otras 203, dijeron las autoridades estadounidenses e iraquíes.
Tanques estadounidenses avanzaron en la urbanización y vehículos blindados de transporte de personal y vehículos Bradley de combate fueron emplazados en las principales intersecciones. Numerosas ambulancias recogieron a los heridos y los trasladaron a hospitales mientras columnas de humo negro se elevaban de la zona.
Cazas estadounidenses sobrevolaron la urbanización donde viven más de dos millones de personas, disparando bengalas para evitar ser alcanzados por misiles antiaéreos.
En una parte diferente de la capital iraquí, estalló una bomba al paso de una caravana que trasladaba al gobernador de Bagdad. La bomba mató a dos personas pero el gobernador, Ali al Haidri, resultó ileso, dijo el Ministerio del Interior. También tres guardaespaldas del funcionario fueron heridos en el ataque del martes en la urbanización de Hay Al Adel, en el sector occidental de la capital.
Los combates en Ciudad Al Sadr estallaron cuando rebeldes shiitas atacaron a soldados estadounidenses que realizaban un patrullaje de rutina, dijo el capitán del Ejército Brian O’Malley. Un soldado estadounidense murió por fuego de armas pequeñas.
Otros cuatro soldados murieron en incidentes separados en Bagdad y en sus cercanías.
Un alto funcionario del ministerio de Salud Pública, Saad al Amili, dijo que un total de 36 personas han muerto y 203 fueron heridas en los enfrentamientos en Ciudad Al Sadr en las últimas horas.
El jeque Rae al Kadhimi, vocero de Al Sadr en Bagdad, culpó de los últimos combates a los estadounidenses, indicando que estaban realizando impertinentes incursiones en Ciudad Al Sadr seguidas de intentos por arrestar a seguidores del clérigo shiita.
“Nuestros luchadores no tuvieron otra opción que devolver el fuego y enfrentar las fuerzas estadounidenses y los helicópteros que están atacando nuestras viviendas”, dijo al Kadhimi en un comunicado.
