Recuerda rusia al primer hombre en cruzar el umbral del cosmos y al padre de la astronáutica rusa.
12 de abril de 2004.
Moscú, (EFE).- Rusia celebró hoy el Día de la Cosmonáutica con el recuerdo de Yuri Gagarin, el primer hombre en cruzar el umbral del cosmos, y con los planes de este país pionero en la conquista espacial para viajar a la Luna y Marte.
En el marco de los actos oficiales, delegaciones del Kremlin, el Gobierno y el Parlamento rusos depositaron ofrendas florales en las tumbas de Gagarin y Serguéi Korolióv, el padre de la astronáutica en Rusia.
Las tumbas de estos dos personajes reposan en el panteón de personas ilustres del sector de murallas del Kremlin que flanquea la Plaza Roja de Moscú.
El presidente ruso, Vladímir Putin, visitó hoy por primera vez la Agencia Federal Espacial (AFE) de este país, después de que esta institución sustituyera a Rosaviokosmos en la vanguardia de la conquista rusa del Espacio, hace poco menos de un mes.
La conquista del cosmos "es una prioridad estratégica para Rusia", dijo el presidente.
Para ello, prometió hacer todo lo posible para "garantizar la desmilitarización del cosmos" y que el espacio "deje de ser escenario de la rivalidad político-militar".
A partir de hoy y durante toda la semana, se sucederán en Rusia exposiciones, conferencias, actos solemnes y hasta conciertos de rock con "ambiente sideral" dedicados a Gagarin y la historia espacial rusa.
En concreto, en la aldea Klúshino de la región de Smolensk, 300 kilómetros al este de Moscú, la patria chica de Gagarin, se celebrarán actividades dedicadas a recordar al militar que abrió a la humanidad el camino a las estrellas.
El 12 de abril de 1961 a las 09:07 hora de Moscú, en medio del más absoluto secreto, el cohete "Vostok-1" (Oriente-1) despegó desde el polígono militar de Baikonur, ahora república de Kazajistán, con el teniente de aviación Yuri Gagarin a bordo.
Desde el momento del despegue hasta el retorno a la Tierra transcurrieron apenas 108 minutos y, durante ese tiempo, la cápsula donde se encontraba Gagarin describió una vuelta elíptica en torno a la Tierra con un apogeo de 302 y un perigeo de 175 kilómetros.
La nave de Gagarin cayó cerca de la aldea Ternovka, en la región de Sarátov, en el Volga, que hoy sirvió como centro de operaciones para un puente directo televisado entre cosmonautas veteranos de varios países y los actuales moradores de la Estación espacial Internacional (ISS).
Después de la proeza de Gagarin, el espacio ha sido visitado por 431 astronautas de 32 países, incluidos dos turistas, el californiano Dennis Tito y el sudafricano Mark Shuttleworth.
El récord de permanencia acumulada en el espacio pertenece al soviético Serguéi Avdéyev, con 747 días y 14 horas en tres viajes, y el periplo de más duración le corresponde al médico ruso Valeri Poliakov, quien completó 437 días y 17 horas seguidas en la hoy desaparecida estación orbital Mir, entre 1994 y 1995.
Según la AFE, la participación en la ISS es clave para Rusia, porque le permite desarrollar su programa de vuelos tripulados e investigación aeroespacial.
Anatoli Permínov, director de la AFE, subrayó el gran interés de Moscú en los proyectos anunciados por Estados Unidos, Europa y China de construir bases en la Luna y emprender vuelos tripulados a Marte.
"Si otros países aprueban programas sobre vuelos tripulados a la Luna y Marte, nosotros vamos a participar en ellos", afirmó.
Nikolái Briujánov, subdirector del consorcio estatal Energía, principal fabricante de las naves espaciales rusas, resaltó que los científicos de este país ya elaboraron un proyecto concreto para realizar un viaje tripulado a Marte y que sólo es preciso conseguir 20.000 millones de dólares para su financiación.
Para la expedición -con una duración de entre 440 y 500 días para la ida, estancia y vuelta- se emplearía una nave espacial gigante, de hasta 600 toneladas y con una tripulación de seis cosmonautas.
Debido a su tamaño, la nave se ensamblaría en el espacio con la misma tecnología con la que se construye actualmente la ISS.
"Cohetes portadores rusos ubicarán en órbitas de 400 y 500 kilómetros del altura de cinco a diez módulos que, unidos, conformarán la nave para viajar a Marte", explicó Briujánov.
La nave tendría motores eléctricos impulsados por energía solar o nuclear para emprender el viaje interplanetario.
Briujánov subrayó que desde el punto de vista biológico y médico la expedición a Marte es realizable, porque tanto en Rusia como en otros países se han desarrollado tecnologías y conocimientos para neutralizar los efectos negativos de la ingravidez en el cuerpo humano durante estancias prolongadas en el espacio.
