Exigen una mayor atención de parte de las autoridades federales y estatales.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Las madres de familia con niños afectados por plomo y sus pequeños hijos, celebraron ayer el Día del Niño a su manera: con una marcha en señal de protesta por los miles de menores de edad dañados y para exigir mayor atención de las autoridades federales y estatales.
Desde las 9:30 horas, las madres y sus hijos comenzaron a congregarse en la Plaza de Armas, de done partieron al filo de las 10:20 horas por la avenida Juárez hacia el oriente hasta la calle Ramón Corona, en donde se dirigieron a la explanada de la presidencia municipal.
Las participantes son familias que viven o vivían en la colonia Luis Echeverría, Primero de Mayo, Vicente Guerrero y Eduardo Guerra, entre otras.
Laura López Piña, una de las representantes de las mujeres, destacó la incertidumbre que viven, toda vez que nadie les ha informado cómo quedará la situación a partir del 22 de mayo que finalice el Fideicomiso del Programa de Metales.
Eva Mendiola Reséndiz, madre de familia, quien tiene cinco años en la lucha para exigir mayor atención, aseguró que el Fideicomiso ya no lo quieren renovar, según les dieron a conocer el representante del Gobierno del Estado, Ricardo Hamdan Huereca y el titular de la Jurisdicción Sanitaria No. VI, César Alejandro del Bosque Garza.
Se maneja una reestructuración, pero a la fecha no saben nada y las reuniones acordadas con las autoridades, dijo, no se han concretado porque todo indica que no les interesa ni quieren saber nada. “El Gobierno se está haciendo a un lado, quieren que la empresa Peñoles se haga cargo sola”.
Durante la marcha, varias madres de familia dieron a conocer a El Siglo de Torreón sus casos, algunos de ellos dramáticos, de menores con daños en oídos, cabeza, estómago, problemas de aprendizaje y déficit de atención con hiperactividad agresiva.
Se ha manejado que existe un comisionado federal para dar seguimiento al Programa de Metales, dijo Eva, pero por desgracia no les informan nada a las madres de familia. “Es más, ya no toman en cuenta ni a los médicos que atienden a nuestros hijos, ya no está el neurólogo y no sabemos qué pasará con los dos mil niños que atiende el CRIC (Centro de Rehabilitación Integral de Coahuila), donde acuden los menores con problemas de aprendizaje”.
Hay niños ya de sexto año, asegura la entrevistada, que no saben bien ni la tabla del dos, que son objeto de burla de sus compañeros y los van pasando de año porque no los pueden dejar toda la vida en la escuela.
El plomo, dijo, no es el único problema, pues también hay menores dañados con cadmio y arsénico. “El cadmio causa daño renal y en la actualidad 70 son atendidos por el nefrólogo”.
¿Y el dinero?
Las madres de familia piden también que el responsable del Fideicomiso, Ricardo Hamdan Huereca, rinda cuentas sobre los recursos del organismo, que en 1999 comenzó con 60 millones de pesos, pero es obvio que generaron intereses.
Es extraño, dice Eva Mendiola, el 22 de mayo termina el Fideicomiso y también se van a terminar los recursos, según nos dijo Hamdan. “O sea que lo que entró, salió... qué raro, ¿no?”.
Un caso alarmante
Francisco Javier Velásquez Alvarado, tiene nueve años de edad y ha sido internado cuatro veces ya en el hospital, donde le han aplicado quelaciones por las altas concentraciones de plomo, pues llegó hasta 68 microgramos por decilitro de plomo en sangre (mc/dl).
El niño vivía en la colonia Luis Echeverría, con sus papás y una hermanita, pero tuvieron que cambiarse y ahora residen en Rincón de la Merced, al sureste de la ciudad.
A la hermana de Francisco Javier, Cinthia Guadalupe, de tres años y medio, también se le detectaron 28 mc/dl y es atendida con vitaminas y calcio.
A los dos pequeños les falta peso y estatura, comentó su mamá, María Guadalupe Alvarado, quien también trae 30 mc/dl, según el examen realizado hace unos dos años.
Francisco Javier no quiere comer, le duele el estómago, sangra por la nariz muy seguido por las noches y dice que le duelen también sus huesos.
El niño asistió a la marcha de protesta y portaba una pancarta en la que se leía: “Un guerrero nunca muere, pero un niño con plomo sí. Protejámoslo”.
NADA POR AQUÍ...
“Los del Fideicomiso dicen que todo el dinero que entró, salió. Ya no hay nada”.
Eva Mendiola Reséndiz,
Madre de familia
Gestión municipal
El alcalde, Guillermo Anaya, dice que el Municipio necesita participar dentro del Fideicomiso del Programa de Metales, porque le interesa apoyar a los menores afectados por la contaminación por plomo y además insistirá ante la Secretaría de Salud para que dé ya la autorización de la Norma Oficial Emergente para Plomo Histórico.
Aunque se ha solicitado en diversas ocasiones, “formalmente nosotros no tenemos ninguna cabida en el Fideicomiso que se formó entre el Gobierno del Estado y la empresa Peñoles para la atención de los niños enfermos y de los problemas colaterales que han surgido a raíz de la contaminación histórica”.
El problema es serio y preocupante desde todos los puntos de vista, ya que los niños afectados deben seguir con su tratamiento, por lo tanto el Fideicomiso no debe desaparecer y la información respecto a los avances, debe fluir en todas las direcciones, sobre todo hacia las madres de los pequeños.
Asegura que el Municipio desconoce si hay intenciones del Gobierno del Estado de modificar el esquema de operación de este Fideicomiso o desaparecerlo definitivamente como tal para darle espacio a otra figura que complemente las necesidades de atención social y médica.
En cualquiera de los casos, hace falta comunicación y despejar las inquietudes de los interesados.
Afirma que la prioridad es atender a los niños enfermos y a los que pudieran resultar así en los estudios posteriores.
Desde su punto de vista, debe intervenir en este respecto el Congreso del Estado que fue el órgano que participó en 1997 y ahora se necesita hacerlo nuevamente a manera de supervisión e inspección de los logros alcanzados y que se manifiesten en acciones concretas, con igual responsabilidad de parte del Gobierno del Estado y la propia Peñoles.
Indica además que a través de la Comisión de Ecología y de acuerdo a lo que se aprobó en su momento por el Cabildo, se insistirá ante la Secretaría de Desarrollo Social y ante la Secretaría de Salud para saber qué avances se tienen en la petición para que se emita una Norma Oficial Mexicana Emergente para la contaminación por plomo histórico, otra fase del problema que no debe soslayarse.
