AP
KATMANDÚ, NEPAL.- Centenares de rebeldes y por lo menos 18 policías y soldados murieron en uno de los más fieros combates desde que fracasó la tregua hace más de siete meses, informaron las autoridades ayer.
Centenares de rebeldes invadieron Beni, un pueblo situado a 280 kilómetros al oeste de Katmandú, la capital nepalesa, aproximadamente a la medianoche y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad por casi 12 horas antes de ser desbandados al llegar refuerzos.
Los rebeldes habían atacado la cárcel del pueblo, destruyeron con bombas la oficina del Gobierno local e incendiaron la estación de policía. Asimismo atacaron un destacamento militar con fusiles automáticos y fuego de mortero, dijo el coronel del Ejército Real Nepalés, Deepak Gurung.
Gurung dijo que por lo menos 11 soldados del Ejército y siete policías murieron en los combates, y que entre los heridos había dos soldados y 16 policías.
“Creemos que por lo menos 500 rebeldes murieron en el enfrentamiento”, dijo Gurung. Fue imposible confirmar independientemente la versión porque la zona está acordonada por los soldados.
Gurung afirmó que testigos dijeron que los rebeldes se llevaban a rastras a los combatientes muertos, e incluso que arrojaron algunos al río.
Los guerrilleros también destruyeron con explosivos un puente en la carretera al pueblo y derribaron una torre de telecomunicaciones.
Helicópteros militares fueron enviados a la zona para prestar respaldo de transporte y llevar refuerzos desde el centro de comando regional, dijeron las autoridades.
Los enfrentamientos de las fuerzas del gobierno y los rebeldes, de inspiración maoísta, se han intensificado desde que los insurgentes violaron un cese del fuego de siete meses en agosto después de tres rondas de negociaciones de paz.
