Como fino producto editorial, merece ser calificado el libro Imágenes que Iluminan la Memoria que ofrece al acervo cultural de la Comarca Lagunera el Museo Arocena (MUSA), con la colaboración de Miguel Ángel Porrúa.
El libro contiene una colección de fotografías de personajes y escenas de la vida cotidiana regional de fines del Siglo Diecinueve y de la primera mitad del Siglo Veinte, que fueron objeto de recopilación por el Archivo Papeles de Familia de la Universidad Iberoamericana, en un concurso abierto a la sociedad lagunera.
La comunidad respondió a la altura de la convocatoria; participaron ciento ochenta y nueve concursantes que aportaron más de dos mil quinientas fotografías, de entre las cuales se escogieron las ciento cuatro que se exponen en el libro cuya publicación se comenta.
Los temas abarcan el conjunto de la vida regional desde el núcleo íntimo de la familia y toca los aspectos públicos del desarrollo de la región en todos los órdenes, escenas del aciago período de La Revolución, la productividad agrícola e industrial, las manifestaciones de la religiosidad popular, las ferias y festividades, etcétera.
La muestra fotográfica está enmarcada en un formato excelente. Al pie de las imágenes de calidad impresionante, el escritor oaxaqueño Andrés Henestrosa plasma de propia inspiración o mediante citas tomadas de la literatura universal, textos que complementan la presentación de la obra, que de esta suerte trasciende los límites regionales, como corresponde a la pluralidad étnica y cultural de la Comarca.
El libro presentado en fecha reciente, es una primicia de los frutos que se esperan de la instalación del MUSA entre nosotros, que ya ofrece rendimientos ubérrimos aun antes de su completa construcción y apertura.
Sin embargo el mérito de la edición no se limita al MUSA sino que se extiende a muchas otras personas e instituciones que colaboraron en el proyecto desde la recopilación del material hasta su estudio y clasificación sistemáticos, para culminar en la impresión del libro.
Lo anterior es valioso en sí mismo, porque la publicación constituye un ejercicio de colaboración entre diversos sectores de la comunidad, que cada vez es más frecuente entre nosotros y se traduce en la realización de obras materiales y culturales que fortalecen nuestra identidad como sociedad local con vocación de universalidad.
Entrados en los preparativos para celebrar el primer centenario de la Ciudad de Torreón, la imágenes que ofrece el libro que es objeto de comentario, iluminan la memoria comarcana como una luz sobre el pasado, que guía nuestros pasos hacia el porvenir halagüeño que aspiramos para nosotros y para las generaciones futuras.
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