AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- El Gobierno filipino aseguró que adelantará el retiro de sus tropas con el fin de salvar la vida del ciudadano Angelo de la Cruz, secuestrado por extremistas iraquíes.
“En respuesta a la exigencia del grupo Jaled ibn al Walid (Ejército Islámico en Irak), el Gobierno filipino va a retirar sus fuerzas humanitarias de Irak rápidamente, en cuanto concluyan los preparativos necesarios para su regreso a Filipinas”, aseguró el viceministro de Relaciones Exteriores filipino, Rafael Seguis a la televisión qatarí Al Yazzera.
“Espero que esta declaración llegue al corazón de ese grupo”, agregó Sequis desde Bagdad, en referencia al grupo que se autodenomina Ejército Islámico de Irak que mantiene secuestrado a de la Cruz.
Filipinas sólo tiene 51 efectivos en Irak, pero otros cuatro mil civiles permanecen en ese país, principalmente trabajando bajo contrato en las bases militares de Estados Unidos. Después de la captura del camionero la semana pasada, la presidenta Gloria Macapal Arroyo detuvo el viaje de más filipinos a Irak.
El anuncio de que el retiro comenzará inmediatamente significó un viraje brusco en la política de uno de los principales partidarios de la guerra de Washington contra el terrorismo. Previamente, Manila había jurado que no cedería a la presión para adelantar el retiro, previsto para el 20 de agosto, cuando finalizaba el compromiso de la fuerza filipina.
Estados Unidos manifestó su molestia por declaraciones, “Ciertamente tomamos nota de las declaraciones y estamos decepcionados de ver expresiones como ésas al mismo tiempo que Irak está peleando por la estabilidad y la paz”, dijo el portavoz del departamento de Estado, Richard Boucher.
“Estamos esperando una clarificación acerca de lo que podría significar exactamente ese anuncio en términos de un retiro filipino”, dijo.
Boucher dijo que el Embajador de Estados Unidos en Manila, Francis Ricciardone, se había reunido con la presidenta de Filipinas, después de las declaraciones hechas por el subsecretario de Relaciones Exteriores, Rafael Seguis.
La ministra filipina de Relaciones Exteriores, Delia Albert - jefa de Seguis -explicó que su subalterno habló con “total conocimiento y completa autoridad del Gobierno filipino”, pero se negó a decir si las tropas serían devueltas antes de la fecha prevista a su país.
Mientras tanto, un grupo ligado al supuesto terrorista jordano Abu Musab al Zarqawi reivindicó ayer la muerte de uno de los dos ciudadanos búlgaros que mantenía secuestrados en Irak, según informó la cadena de televisión qatarí Al Yazzera.
En unas imágenes transmitidas por Al Yazzera tres enmascarados afirmaron que habían cumplido con su amenaza al matar a uno de los secuestrados y que ejecutarán al otro en un plazo no superior a las veinticuatro horas.
El material divulgado por al Jazzera mostraba a un hombre en camisa naranja arrodillado frente a un grupo de hombres enmascarados que leían una declaración escrita. La cadena no transmitió la ejecución.
El secuestro de los dos camioneros búlgaros fue anunciado el pasado ocho de julio. Sus captores habían dado entonces a Estados Unidos un plazo de veinticuatro horas para liberar a todos los presos iraquíes al tiempo que amenazaban con acabar con la vida de los dos rehenes.
Dos diplomáticos búlgaros se encontraban en Bagdad intentando la liberación del segundo secuestrado, dijo Tsonev. “Tenemos otras 24 horas. El Gobierno búlgaro y nuestras instituciones harán lo mejor para salvar la vida del otro búlgaro”.
En Bagdad, Karima Sharaf, jefe de la delegación de Egipto, demandó la liberación de un conductor de camiones egipcio también privado de su libertad y aseguró que el Islam no tolera la toma de rehenes.
Al Jazzera difundió un vídeo donde se ve a Mohammed al Gharabawi instando a los conductores de camiones en Arabia Saudita -donde había estado trabajando- a no viajar a Irak. En el video, los captores afirmaron que matarían al rehén si sus empleadores saudíes no abandonan Irak dentro de 72 horas.
Redada masiva deja 572 detenidos
Al menos una persona murió y 572 fueron detenidas el lunes, durante una operación contra la delincuencia en Bagdad, la mayor que se ha realizado en Irak desde la caída del régimen de Saddam Hussein, dijeron fuentes del Ministerio del Interior.
Sabah Kadhem, asesor del ministro y portavoz del Ministerio de Interior, señaló que “se trata de la mayor operación de estas características desde la caída de Saddam. Hasta el momento hemos detenido a 527 personas en la parte de Rusafa (la margen oriental del Tigris). Son sospechosos de robos, asesinatos, secuestros y proxenetismo”.
Agentes de la policía, apoyados por grupos de operaciones especiales, efectuaron en las últimas horas operaciones en tres barrios de esta extensa zona en busca de delincuentes.
El portavoz afirmó que la policía dispuso de las pertinentes órdenes de registro y detención. “Recibimos información de los servicios de información y de varias familias en esos distritos antes del traspaso de soberanía, y en los primeros días de Gobierno efectivo, solicitamos las oportunas órdenes del juez”, explicó.
En la operación participaron 500 policías y miembros de las fuerzas se seguridad y según el portavoz, todos los detenidos son de nacionalidad iraquí y ya están siendo interrogados por la Policía.
En los últimos quince meses, desde que la Coalición internacional liderada por EU y el Reino Unido derrocó al régimen de Saddam, la falta de una autoridad visible permitió que la delincuencia organizada aumentara de forma alarmante.
La seguridad es una de las principales preocupaciones de los habitantes de Bagdad y de todo el resto del país.