Con el inicio de las vacaciones el reto es mantener a los menores ocupados.
EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Con la llegada de las vacaciones de verano, surge en los hogares la necesidad de mantener a los niños ocupados en actividades que además de entretenerlos y divertirlos, deban representarles un beneficio en su formación como individuos, para complementar la educación que reciben en las aulas.
Las actividades artísticas, culturales y deportivas, que se ofrecen a través de cursos de verano, representan las alternativas de ocupación para los escolares, aunque el acceso a ellas está supeditado a la capacidad económica de las familias.
Según el subdirector de Educación Básica en la Región Lagunera de Coahuila, Juan Carmen Rentería de León, son alrededor de 150 mil alumnos los que este año gozarán del período vacacional de verano en las instituciones de los distintos niveles, desde preescolar hasta la enseñanza secundaria.
Como respuesta a esa demanda de ocupación para los niños y jovencitos, diferentes instituciones educativas y culturales, además de clubes deportivos y particulares, se dan a la tarea de organizar cursos de verano, con las actividades más diversas y precios que pueden variar de acuerdo con el contenido, material e instalaciones por utilizar.
El delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Torreón, Adolfo Franco Ruvalcaba, dice al respecto que no hay disposición oficial para regular los costos y el servicio que prestan los organizadores de cursos de verano, a pesar de que reconoce que en los últimos años, han proliferado los establecimientos en los que se desarrollan estas actividades, incluso en domicilios particulares.
En este caso, la recomendación es que los padres de familia, al inscribir a sus hijos en cualesquiera de los cursos de verano, procuren comprobar que estarán bajo la responsabilidad de personal calificado y de instituciones que estén acreditadas para el trato y manejo de menores de edad, para evitar al máximo que sus niños caigan en manos de gente no apta o carente de preparación.
Tratándose de particulares que ofrecen cursos de manualidades u otros entretenimientos en sus propios domicilios, es necesario que de preferencia, los padres de familia los conozcan y sepan de su experiencia en ofrecer esta clase de servicios, siendo muy cuidadosos en cuanto a definir claramente el tipo de actividades que los infantes desarrollarán.
Franco Ruvalcaba expresa que se deben establecer las condiciones de la inscripción, pagos y programas de actividades, con el fin de que comparen y seleccionen lo más adecuado para sus hijos, sea de tipo cultural o deportivo.
Por otra parte, las familias que no tienen la posibilidad económica de inscribir a sus hijos en los cursos de verano, pueden aprovechar el tiempo llevándolos a conocer los museos de la localidad; visitar los parques públicos y fomentar entre los niños la práctica de algún deporte.
Otra de las opciones es que los niños repasen lo que aprendieron durante el ciclo escolar que terminó, con la idea de que refuercen los conocimientos, afiancen las materias en las que pudieron haberse atrasado con el fin de que al reanudar las clases no tengan dificultad alguna.
Manualidades vs. ideas
Cristina Matouck, subdirectora del Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult) en la Región Lagunera de Coahuila, dice que ante la proliferación de cursos de verano durante las vacaciones, la diferencia está entre entretener o pasar el tiempo y sumar al niño a la actividad artística; entre el conformarse con que hagan manualidades a la dedicación y exploración de las ideas.
“Todo depende de qué es lo que quieren los padres para sus hijos”, expresa.
Este año se incluyó al curso de verano del Icocult, la elaboración de instrumentos musicales de percusión con material reciclable, además del grabado y dibujo, modelado en barro, cuenta cuentos, teatro y elaboración de alebrijes, todo con la idea de que el niño empiece a tener contacto con las artes no sólo como público, sino como parte activa.
A partir del año pasado, comenzó a desarrollarse una dinámica consistente en que, al final del curso, los maestros de cada disciplina hicieron una especie de valoración de aptitudes en determinadas áreas artísticas de los niños y las hicieron saber a los padres de familia.
“Se trata de ir un poco más allá, ofreciendo a la gente algo de buena calidad y además, la información de las disciplinas en las que cada niño se puede desarrollar mejor”.
Al decir de Cristina Matouck, la programación de estas actividades está encaminada a motivar a los pequeños para ocupar el tiempo libre, en una explosión de ideas y transmisión de información que les permita seguir en contacto con las expresiones artísticas, aun después del verano.
En la actualidad, hay niños y niñas que tienen demasiada información y conocen de pintores o escritores; en general, son pequeños muy despiertos e inquietos a los que si el maestro los sabe “atrapar” resultarán muy creativos y lograrán desarrollar sus propias ideas.
Por otro lado, tienen una influencia enorme de los medios de comunicación, de ahí que se busca invitarlos a crear sus propios seres imaginarios y no los modelos que ya les ofrecen en la televisión, “el producto suele ser muy interesante a lo largo de estas semanas de trabajo”.
Bajos costos, en el poniente
El director del Centro Cultural Pablo C. Moreno, Lorenzo de Lira, refiere que la institución imparte cursos de verano con un costo bajo de inscripción y cuota por el material que se utiliza, en respuesta a las necesidades de la población que radica en el poniente de la ciudad, un amplio sector conformado por colonias populares, básicamente.
A diferencia de otras instituciones, cuyo costo en promedio es de mil pesos, en el Pablo C. Moreno este año se cobrarán 300 pesos por las actividades que iniciarán el cinco de julio y concluirán el 30 de ese mes.
Pre ballet, danza árabe, jazz, iniciación artística o manualidades, canto, música, teatro y artes marciales (tae kwon do), conforman el programa de actividades 2004, algunas de las que según el director, se realizan mediante la utilización de material reciclable a fin de despertar la creatividad entre los pequeños.
Actividades similares se desarrollarán en el Centro Cultural José R. Mijares, aunque en este caso el costo es un poco mayor porque éstas se prolongan por las tardes, así como en las bibliotecas públicas de Torreón.
De paseo por la ciudad
Martha Torres, encargada del Departamento de Relaciones Públicas, del teatro Isauro Martínez, explica que este año se optó por organizar algo distinto a los talleres de verano, que consiste en la realización de visitas a sitios culturales, empresas y centros de recreación y servicios, además de las actividades de baile, pintura, barro, museografía, confección de títeres, elaboración de telegramas y funciones de cine y teatro.
El propósito de ello es que los niños y las niñas conozcan la ciudad y los lugares más representativos de su cultura y su quehacer económico y social, aprovechando el período vacacional de verano.
Refiere que entre los lugares a visitar figura el Museo Regional, la Plaza de Armas, el Museo del Ferrocarril y el Observatorio del Nazas, entre otros, además de la presidencia municipal, el Palacio Federal y el bosque Venustiano Carranza.
Padres responsables
La responsabilidad total del cuidado de los menores en el período vacacional, recae en los padres de familia, de ahí la importancia de atender todas las recomendaciones para disfrutar de una sana convivencia y evitar que ocurran accidentes.
Fernando Dávila García, coordinador administrativo de la Dirección de Protección Civil del Municipio, considera que durante el asueto de verano, disminuyen en forma considerable los accidentes automovilísticos, pues incluso se reduce un poco la circulación vehicular en las “horas pico” por la inactividad en las escuelas.
En esta temporada se incrementa la afluencia a las albercas, por lo que si se acude a estos lugares, los adultos deben constatar que el lugar está limpio, cuenta con medidas de seguridad a la vista y dispone de un salvavidas debidamente identificado, el cual puede atender los casos de emergencia que se presenten.
En los parques públicos o centros comerciales, los padres de familia deben extremar las medidas de control sobre sus hijos para evitar extravíos.
Tratándose de parques ecológicos o sitios naturales, Fernando Dávila considera que es importante no arrojar basura ni desperdicios orgánicos que puedan dañar el ambiente, además de apagar las fogatas antes de abandonar el lugar para prevenir incendios.
Una de las recomendaciones de mayor peso para la dependencia, es que la gente evite a toda costa introducirse a los canales de riego o el cauce del río Nazas para bañarse, pues generalmente ocurren desgracias humanas cuando las personas tratan de desafiar la peligrosidad de las aguas.
La Dirección de Protección Civil del Municipio de Torreón, desarrollará el operativo denominado “Tu familia te espera”, el cual está abocado a que la población atienda las recomendaciones previas a un viaje, tales como el revisar las condiciones generales del vehículo, obedecer los señalamientos en carretera, no manejar cansados o bajo el influjo de bebidas embriagantes; no obviar que la casa quedará sola sino dejarla al cuidado de algún familiar o vecino, entre otros.
PARA CADA POSIBILIDAD
Cada año, instituciones culturales, clubes deportivos y particulares, organizan cursos de verano; además
de la preferencia hacia los deportes o las disciplinas artísticas de niños y niñas, debe considerarse la capacidad
económica para solventarlos, pues el costo se eleva en proporción al tipo de servicios que se brindan
y actividades que se desarrollan. Entre éstos figuran:
Institución que lo imparte Duración Costo
Tecnológico de Monterrey Del cinco al 30 de julio 5,100 pesos
Teatro Isauro Martínez Tres semanas 1,000 pesos
Icocult Laguna Del uno al 16 de julio 700 pesos
Centro Cultural Pablo C. Moreno Del cinco al 30 de julio 300 pesos
