No hace mucho me comprometí con ustedes a ponerles al tanto, sobre los avances del Diplomado de Finanzas en el que recientemente me involucre. Por consecuencia, hoy y aquí, le trato lo referente al primer módulo que tiene que ver con la llamada Contabilidad Financiera.
Reconozco, acepto, me rindo, me doy, puesto que debido a mi formación profesional como Licenciado en Derecho, mi incursión en estos temas ofrece un doble grado de dificultad, primero: por tratar de asimilar a la brevedad posible, de bote pronto y de quemarropa el lenguaje técnico contable y aplicado de acuerdo a los avances del diplomado y en segundo grado, por compaginar con el resto del grupo en donde hay, desde Arquitectos hasta empresarios libres, pasando por Licenciados en diversas disciplinas entre otras sistemas computacionales.
La Contabilidad Financiera hoy por hoy, debemos entenderla a la manera del Contador Público Javier Romero López como aquella técnica mediante la cual se registran, clasifican y resumen las operaciones realizadas y aquellos eventos económicos identificables y cuantificables que afectan a una entidad, incluye los medios de control que permiten presentar información cualitativa y cuantitativa expresada en unidades monetarias para que de su análisis e interpretación se puedan tomar decisiones.
Esta técnica tiene principios que identifican y delimitan al ente económico que realiza en forma efectiva una transacción, dentro del llamado periodo contable y que dan las bases para cuantificar las operaciones de un negocio en marcha respetando siempre la llamada dualidad económica, representadas por un lado, por los recursos con que disponen las entidades económicas para el logro de sus fines y por el otro las fuentes de dichos recursos con especificación de los derechos que sobre los mismos existan.
Dicho en cristiano, toda entidad económica existe en razón o en función a los recursos que obtiene por diferentes fuentes y que luego aplica para sus fines de lucro.
Por obligación legal, cada operación debidamente realizada debe registrarse en libros y de acuerdo a ciertas prácticas contables generalmente aceptadas.
A lo que finalmente quiero llegar, es que la vida o milagros económicos de un negocio se ven y se verán siempre reflejados en sus registros contables, herramienta útil y necesaria para la toma de decisiones, por hoy no digo más.
?Piensa asertivamente
y acertarás?
