Los habitantes de la colonia El Amigo y Ampliación Brittingham, viven entre aguas negras desde el jueves 22 del presente.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Una finca construida sobre el cauce natural del canal San Antonio está ocasionando serios problemas a los vecinos de las colonias aledañas. El agua pluvial al no encontrar su salida natural, provocó que los colectores se desbordaran.
Los habitantes de la colonia El Amigo y Ampliación Brittingham, viven entre aguas negras desde el jueves 22 del presente. La incesante lluvia registrada ese día, desembocó en el último punto de la acequia y luego se extendió a lo largo y ancho del lugar hasta ocasionar que se taparan los ductos del drenaje.
De esta manera por las coladeras y alcantarillas de los domicilios el líquido pestilente salió hasta inundar los humildes hogares para molestia de los vecinos, quienes ahora temen por su salud. La finca es propiedad de Fernando Guijarro Herrera, quien pese a que sabía del problema que ocasionaría, insistió en la construcción de la bodega. El Siglo de Torreón solicitó entablar un diálogo con el padre de esta persona y en forma prepotente, se limitó a decir, “él está fuera de la ciudad, el sábado ya estará aquí”.
Los vecinos solicitaron ayuda al Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa), quienes acudieron de inmediato al lugar para hacer una zanja en uno de los costados de la finca para que el agua corriera hacia los prados que se localizan en la parte de atrás.
Dicha tapia segó la acequia y la excavación que hizo la empresa de agua es temporal, para ayudar a que fluya la mezcla de agua de lluvia y drenaje. Vecinos como José René Cabrales y Pedro Dávila, quienes viven en Ampliación Britthingam y El Amigo respectivamente, platican que la barda que está sobre la acequia –que corresponde a la finca- es la que ha intensificado el problema.
De acuerdo a lo que comentan estas personas, cada que llueve las alcantarillas se tapan y el agua negra empieza a brotar. Pero el jueves 22 el torrente fue muy prolongado y el agua pluvial fue demasiada, “aquí el ‘riegue’ fue esa construcción, que vino a segar el canal y el líquido no pudo correr por su cauce natural”.
Francisca Soto Martínez, quien vive en una casita de cartón, dice que sus muebles nadaron sobre el agua sucia y que el tajo que se encuentra atrás de su humilde hogar destila olores que provocan fuertes dolores de cabeza a ella y a sus hijos, “tememos por nuestra salud y la de los niños, pues no entienden que no deben jugar en ese lugar”.
A lo largo de la barda referida, un arroyo del maloliente líquido corre a cielo abierto, los infantes corretean a sus perros en el lugar, mientras que los albañiles contratados por Guijarro Herrera continúan colocando los últimos ladrillos en la bodega que ahí se construye.
Sin permiso
El Municipio nunca otorgó el permiso para que Fernando Guijarro Herrera rellenara el canal San Antonio y construyera una finca, aseguró el director de Obras Públicas, José Guadalupe Díaz Hurtado, aunque aclaró que sí tenía licencia para edificar la bodega pero bajo la consigna de que no afectara el cauce natural de la acequia.
Guijarro Herrera presentó un documento que lo acredita como dueño de un terreno así como el pago de su Predial. Luego de verificar en los planos, se le autorizó de que procediera con los trabajos de construcción.
Al poco tiempo, los vecinos del lugar denunciaron que Guijarro Herrera estaba tapando el canal, “por lo que procedimos a visitarlo para indicarle que detuviera la obra porque se trata de un desagüe natural de todo el norte de la ciudad”.
Pese a dicha consigna, Guijarro Herrera continuó con los trabajos y se le notificó por escrito, pero ya estaba amparado. Al investigar, el Municipio se cercioró de que la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (Coret), es quien le da posesión de la superficie.
De esta manera, el Ayuntamiento procede a notificarle por escrito que no puede vender los terrenos del canal San Antonio. Coret le responde que en el plano de ellos aparece como una acequia en desuso, “lo que no es cierto, porque aunque no está revestido, es un desagüe natural que siempre ha existido en Gómez Palacio”.
Lamentó que Coret proceda a entregar tierras antes de investigar la situación de las mismas porque junto con Guijarro Herrera existen otras cuatro fincas en proceso de regularización. El titular de Obras Públicas espera una respuesta favorable de Coret en la brevedad posible para remediar el problema referido.
IRREGULARIDADES
Martha Cecilia Sánchez Asplam, subdelegada regional de la Coret, explicó que
en el plano que se encuentra en su poder, aparece que el canal San Antonio está azolvado y fuera de servicio.
* Explica que en su momento, Fernando Guijarro Herrera
acude a las oficinas con el
fin de regularizar la superficie donde actualmente construye una bodega.
* Se le explicó que no iba ser posible porque ahí aparece una acequia y la Comisión
Nacional del Agua (Conagua) es quien dictaminará si está
en desuso o no.
* Guijarro Herrera le argumentó en todo momento que él
poseía documentos avalados por Obras Públicas y Catastro Estatal, que establecen que puede construir en dicha
superficie.
* El delegado estatal, Efraín
de los Ríos Luna, giró
instrucciones a la
subdelegación regional para que no procediera a regularizar el terreno referido, hasta que
él estuviera en Gómez Palacio para analizar de fondo la
situación.
* Estará el próximo martes a partir de las diez con 30
minutos en el municipio para reconocer que el problema
está creciendo.
* Afirma que los predios que
son parte de la acequia, no
están regularizados.
FUENTE: Coret