La ley garantiza que el Gobierno comprará nuevos medicamentos que protejan de males como carbunco.
21 de julio 2004.
Washington, (EFE).- El presidente de EU, George W. Bush, promulgó hoy una ley que destinará cinco mil 600 millones de dólares durante diez años al desarrollo de vacunas y antídotos para contrarrestar un ataque terrorista con agentes químicos y biológicos.
"Movilizaremos la gran promesa de la ciencia y la innovación de Estados Unidos para enfrentar al mayor peligro de nuestros tiempos", dijo Bush en la ceremonia de promulgación de la Ley de Proyecto de Estudio Biológico, en la Casa Blanca.
Aparte de estimular la investigación científica, la ley garantiza que habrá un comprador -el Gobierno- para nuevos medicamentos y vacunas que protejan o traten a personas afectadas por males como carbunco, la peste bubónica o compuestos tóxicos como ricina.
La promesa de que el Gobierno comprará y almacenará esos compuestos debe servir de estímulo a la industria privada que, de otra manera, no tiene interés mayor en la investigación, el desarrollo y la producción de medicamentos para los cuales no hay un mercado comercial inmediato.
Bush, quien el próximo 2 de noviembre buscará su reelección para un segundo periodo en la Casa Blanca, ha hecho de la lucha contra el terrorismo el componente central de su campaña política.
La ley estipula incentivos para que la industria farmacéutica investigue y desarrolle medidas contra los ataques terroristas con agentes biológicos, y acelera el trámite de aprobación de antídotos.
Además, permite que en una emergencia, el Gobierno distribuya algunos tratamientos que todavía no hayan sido aprobados por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, siglas en inglés) de EU.
Según una encuesta divulgada el pasado martes por el Centro Pew de Investigación de la Ciudadanía y la Prensa, el 71 por ciento de los estadounidenses cree que el Gobierno de Bush realiza una "buena labor" o una "labor muy buena" en la protección del país contra los ataques terroristas.
En la misma consulta, la mayoría de los entrevistados opinó que los terroristas tienen alguna capacidad para atacar dentro de EU, tal como lo hicieron en septiembre de 2001.
