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México, DF.- El cantautor argentino Fito Páez, quien admira al escritor estadounidense Charles Bukowsky, hace música para los camaleones y dice ser peor escritor que lector, ofreció la víspera un concierto en esta ciudad, en el que compartió con sus seguidores una noche de locura.
Durante la velada en la que interpretó más de 15 temas, como parte del Festival de la Palabra. Ciudad de México, el roquero que le ha cantado al Cielo Beat, a Naturaleza Sangre y hasta tomó el Breve Espacio como introducción a una de sus canciones, dijo que es muy saludable que los mundos de la música y la literatura se encuentren en actos culturales como este.
“Yo en mi lugar de cancionista tengo una relación muy inestable con la palabra porque me gana mucho la música a veces, las formas semánticas ahí desaparecen un poquito, las gramáticas, los idiomas y muchas veces terminas balbuceando en un idioma que ni conoces”, dijo el cantautor nacido en Rosario, Argentina.
Páez aseguró que en sus canciones a veces gana el sentido musical, pero quizá después tenga un sentido en la palabra, aunque sin duda es interesante relacionarse con la lengua a través de la melodía.
“Es verdad que el secreto de las palabras es en lenguaje como todos, mentiroso, es un lenguaje necesario, es un lenguaje importante en la vida de todos y me gusta mucho”, abundó el autor de temas como El Amor después del Amor, Tumbas de la Gloria y Al Lado del Camino.
Respecto a la fuerza que tiene la palabra en este mundo caótico y de conflictos bélicos, puntualizó que la palabra en sí da la sensación que es un elemento dentro del mar del lenguaje.
“Ya querríamos que tuviera más fuerza la palabra, lo que pasa es que los hechos son mucho más brutales que las palabras, a veces, y creo que contra esto no hay nada que hacer, sí creo que hay que ser dueño de nuestra palabra, creo que hay que conocerla en la medida que podamos”, comentó.
El compositor y músico que en sus conciertos toca cuatro teclados y ejecuta la guitarra eléctrica aseguró que una de sus apuestas perpetuas es la de conocer las palabras, aunque entre risas reconoció que entre más tiempo pasa se da cuenta que menos conoce su palabra.
“Pero estoy atento, he dedicado en la vida a tratar de conocer la palabras, a veces te invitan a su casa y te dejan pasar y a veces te dejan ejercer su fuerza”, señaló el también amante del cine, ámbito en el que hace un par de años dirigió su primer cinta Vidas Privadas, protagonizada por su esposa Cecilia Roth, de quien se encuentra actualmente separado, y el actor mexicano Gael García.
Fito Páez, quien participará este sábado en otro concierto al lado de Luis Eduardo Auté, Fernando Delgadillo, Manuel Argudín y Silvio Rodríguez, dijo que su disco Naturaleza Sangre, que lanzó con sello independiente, va bien, sin ganar ni perder.
Sin embargo, subrayó que lo importante para él es ser dueño del material grabado, de las palabras, para decirle a sus hijos: “mira, esto lo hice yo, es mío”, lo que, abundó, no puede decir de todos sus discos.
“Creo que eso es algo en lo que mucha gente está dando pelea en el mundo para modificarlo, y como no tengo ningún ánimo de conquista, en el sentido que no pretendo hacerme famosos ni ser millonario, ni nada de eso, simplemente dedicarme a la música, a la palabra y al cine, que son las actividades que más me gusta hacer en el mundo”, anotó.
Subrayó que sólo quiere producir más discos por su cuenta, realizar una película y continuar con sus conciertos, que este año lo llevarán a países de América Latina y Europa. También señaló que entre sus sueños esta aprender a tocar el piano -aunque ya lo hace y muy bien-, y hacer felices a sus hijos.
El concierto cuyo programa estuvo integrado por temas de su nuevo disco, Naturaleza Sangre, dejó satisfechos a sus seguidores, quienes sólo extrañaron un poco más de la locura del argentino, quien no obstante el poco público se entregó como siempre lo hace.
Los colores rojo y blanco imperaron en su vestuario, primero un traje rojo con camisa blanca y luego al revés, acompañaron en esta velada a su tradicional imagen: sus rizos alborotados y los lentes que a veces salen volando cuando gira sobre el banco para tocar en los cuatro pianos.
Con los pies calzados con tenis rojos y su rock peculiar, Fito Páez confirmó porqué es uno de los grandes interpretes del momento, consagrado por el público.
