En la semana que concluye, el fondo de pensiones del Seguro Social ha sido tema de fallida negociación entre las autoridades de dicho organismo con los dirigentes del Sindicato que agrupa a sus trabajadores. En resumen, los cálculos aritméticos aplicados a la cuestión indican que de seguir el mismo régimen de cuotas y beneficios, se prevé la quiebra del fondo y del IMSS como institución en el corto plazo.
La falta de recursos se ha hecho sentir de algunos años a la fecha, en términos de una escasez de medicinas que limita el cumplimiento de la función por parte del Instituto. La causa es simple, los trabajadores del IMSS pagan cuotas menores y reciben mayores beneficios en comparación a los trabajadores ordinarios del país que son el sostén y razón de ser del sistema, lo que carece de sentido y explica la quiebra inminente.
Como solución a este desequilibrio, la dirección del IMSS propuso al Sindicato siete alternativas distintas que desde luego implican un esfuerzo para empresa y trabajadores. En respuesta los dirigentes sindicales se han cerrado a toda negociación, lo que apunta a que seamos los contribuyentes quienes paguemos los platos rotos que dejan décadas de contubernio corporativo entre régimen priista y burocracia.
El problema que se comenta como otros de dimensión y naturaleza semejantes, plantean un riesgo para el futuro del país que exigen la atención de Gobierno y Partidos en una visión de largo plazo. La sociedad mexicana interpela al respecto a nuestros políticos para que se apliquen a dicha tarea, en lugar de estar perdidos en los escándalos de corrupción y en la mezquina lucha de corto plazo por el poder.