El ex primer ministro de Portugal logró 413 votos a favor, 251 en contra, 44 abstenciones y 3 nulos.
22 de julio 2004.
Estrasburgo (Francia), (EFE).- El portugués José Manuel Durao Barroso será el undécimo presidente de la Comisión Europea (CE) tras haber sido aprobada hoy su candidatura por la Eurocámara con amplio margen.
El ex primer ministro de Portugal logró 413 votos a favor, 251 en contra, 44 abstenciones y 3 nulos.
El Grupo Popular Europeo, el mayoritario de la Cámara y al que pertenece Barroso, votó en pleno a su favor, al igual que los liberales, mientras que los socialistas se dividieron y tanto verdes como Izquierda Unitaria y euroescépticos votaron en su contra.
Los socialistas españoles votaron a favor del candidato, en contra de la mayoría de su grupo europeo, y lo hicieron para que su pronunciamiento estuviera en consonancia con el apoyo del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a Barroso.
Barroso será el undécimo presidente que asume esta función, tras el alemán Walter Hallstein (1958-1967), el belga Jean Rey (1967-1970), el italiano Franco María Malfatti (1970-72), el holandés Sicco Mansholt (1972-73), el francés Francois Xavier Ortoli (1973-77); el británico Roy Jenkins (1977-81), el luxemburgués Gaston Thorn (1981-85), el francés Jacques Delors (1985-94), el luxemburgués Jacques Santer (1995-1999), y el italiano Romano Prodi (1999-2004).
Tras ser elegido, Durao Barroso dirigió sus primeras palabras en portugués: "La mayoría de los portugueses están muy orgullosos porque haya un portugués al frente de la Comisión. Estoy plenamente orgulloso de ser portugués y me siento honrado de servir a la UE".
Se definió como una persona "que tiende puentes" y ve "a la izquierda y derecha" como sólo "una dimensión de la política".
"Tenderé puentes también con los que hoy no me votaron", recalcó.
Antes de la votación, continuó el debate iniciado ayer con Barroso para que respondiera a las preguntas de los diputados.
Barroso opinó que Europa debe mantener el "liderazgo" en los mercados abiertos y justos, en el comercio, en el Protocolo de Kioto, o en la lucha contra la pobreza y las epidemias.
"Mi país no fue el que rompió la unidad a nivel europeo" respecto a la guerra de Irak, "fueron varios países los que expresaron opiniones distintas", respondió a las innumerables criticas por su actitud que mantuvo en ese conflicto.
Ahora "hay que encontrar una unidad europea" y "una visión común que hasta ahora no existió", señaló.
En cuanto a la relación con EU, consideró "muy importante que la UE no se defina en oposición a ningún país del mundo".
En relación a Turquía dijo que será "una cuestión clave" para la UE, que debe decidir este año si abre las negociaciones de adhesión con ese país, pero no quiso anticiparse a la posición que adoptarán.
Rechazó no obstante "basarse en concepciones religiosas".
Durao Barroso se comprometió a trabajar estrechamente con la Eurocámara en el proceso de construcción europea, por ejemplo para que la Constitución se ratifique antes de noviembre de 2006.
El Ejecutivo comunitario que formará evitará a los "supercomisarios", habrá 24 "en igualdad de condiciones".
Procurará además que aumente la representación femenina en el colegio de comisarios hasta un tercio (ahora hay 7 de 30, un 23 por ciento).
Tras estas declaraciones, los distintos grupos políticos tuvieron 30 minutos para decidir el sentido de su voto.
Después de esa pausa, Hans-Gert Poettering (PPE) anunció su apoyo total a Barroso y también al Alto representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Javier Solana, como futuro ministro.
"Es una persona apta y responsable y capaz de transmitir sus propias convicciones", dijo de Barroso, "un mediador honrado".
Martin Schulz, por el Grupo Socialista, lo definió como "una persona íntegra" pero rechazó su posición "intransigente" en el conflicto iraquí y que no diera respuesta a todas sus preguntas.
Sin embargo, mostró su respeto a los socialistas que le respaldaron y agregó que "en el futuro quizás le demos nuestro apoyo, pero ahora no".
Graham Watson dijo que los liberales apoyaban a Barroso, pero le pidió que respete sus compromisos respecto al equilibrio de sexos, transparencia e igualdad de comisarios en la futura CE.
El verde Daniel Cohn-Bendit anunció su voto en contra por variar sus mensajes con frecuencia: "Con Dios y contra Dios", aunque no dudó en que podía ser "un buen presidente de la Comisión".
Francis Wurtz (Izquierda Unitaria) dijo que no podía votar por Barroso "por sus orientaciones políticas", como oposición "al modelo neoliberal y al de las Azores".
El euroescéptico británico Nigel Paul Farage criticó el sistema comunitario y por tanto rechazó apoyar a Barroso, al contrario que los conservadores soberanistas de UEN, según Brian Crowley.
El ultraderechista francés Bruno Gollnisch señaló en nombre de los 34 diputados "no inscritos" que votarían en contra.