Asistimos el viernes a la jornada del basquetbol intertecnológico en la casa de los Gatos Negros, ahora dirigidos por Jesús ?Chuma? García Carrillo, en varonil y Óscar Yander Hernández en femenil; el primer sentimiento al ver lleno el escenario, fue un recuerdo al ingeniero Luis García Dorado, coach de aquel equipo que tantas satisfacciones dio a esta casa de estudios.
Ambiente festivo, netamente estudiantil, aunque en repetidas ocasiones grosero por parte de la porra local, que insultaba constantemente a los jugadores y jugadoras rivales, en una actitud reprobable, porque las mentadas no son propias de una institución educativa del prestigio del ITL.
En el plano deportivo se vio una paliza en varonil, del Tecnológico de Ciudad Juárez al de Colima, mientras que en damas, las dirigidas por Óscar Yander vencieron sin problemas a Nuevo Laredo, para ofrecer lo más destacado de la jornada, en el plano deportivo.
Qué bonito es ver jugar al equipo femenil del Instituto Tecnológico de La Laguna (ITL), un plantel parejo en cuanto a estatura, sin una jugadora que destaque, pero con un gran espíritu de lucha y siempre sobre la base de un sistema, como corresponde a los buenos equipos de basquetbol.
El primer cuarto terminó 21-14 en favor del ITL, pero a partir del segundo el cuadro local jugó por nota y como resultado se dio una paliza que no se debió a las facilidades del visitante, sino al buen basquetbol del local, en donde se aplica un sistema ofensivo bien definido, en donde cada jugadora conoce su función y la realiza al pie de la letra.
Muy diferente a lo que se ve en el profesionalismo de México, en donde los coaches no pueden hacer que sus dirigidos jueguen buen basquetbol y es muy común ver que aquel que toma el balón intenta la acción individual rumbo a la canasta.
Lo más importante de este juego es tener el balón y para ello se requiere es necesario realizar un buen trabajo defensivo, el cual se complementa con la recuperación de los tableros y ya con el balón en su poder, el equipo que va al frente tiene todo para perforar el aro enemigo, siempre que el plantel se aplique al sistema de juego, como lo hacen las dirigidas por Óscar Yander Hernández.
Antes, en el triunfo contundente de Ciudad Juárez sobre Colima, vimos a Benjamín ?Cabra? Ortega, coach del conjunto fronterizo; Ortega fue uno de los buenos movedores que ha tenido el basquetbol mexicano y se nota que está al frente de un equipo bien trabajado, con jugadores que dominan los fundamentos del juego y nunca dejan de presionar al rival, incluso cuando el pizarrón marca ya una cómoda ventaja sobre el rival.
Lo que llama la atención es la poca estatura de estos jugadores, situación que viene a ser la continuación de un problema que ha aquejado al basquetbol de México durante muchos años, porque un plantel sin elementos altos, forzosamente va a perder ante uno que si los tenga, así cuente con elementos de mucha calidad.
Y la mala nota nuevamente corrió a cargo de los árbitros, porque al ser el ITL una institución afiliada al Consejo Nacional del Deporte Estudiantil (Condde), necesariamente debe utilizar árbitros de la Federación Mexicana de Basquetbol (FMB), los cuales estuvieron presentes en el Auditorio Municipal, pero el grupo de Mauro Retiz finalmente se quedó con el torneo.
Es importante señalar que en lo personal no importa el grupo de árbitros que trabaje estos torneos, sin embargo, el problema futuro puede ser para el ITL, que podría ser sancionado por la FMB, al organizar un torneo con árbitros que no son reconocidos. Eduardo Ganem Pérez facilitó el marcador electrónico del Auditorio Municipal, pero no hubo una persona del cuerpo de árbitros que lo supiera manejar, por lo que la jornada en ese escenario se realiza sin un marcador que informe a los asistentes.
Alejandra, que normalmente maneja dicho marcador, se negó a hacerlo con árbitros no reconocidos, por un lógico temor de recibir una sanción por parte de la FMB. Lo más importante aquí no es quiénes pitaron el torneo Intertecnológico, sino el hecho de que el basquetbol de La Laguna, en todos sus niveles sigue dividido.
Recientemente Jorge Niño Patiño recibió el nombramiento como presidente del Comité Municipal de Basquetbol de Torreón y lo que ahora se tiene en las manos es una verdadera ?papa caliente? porque se ha demostrado una y otra vez que árbitros, entrenadores y jugadores únicamente velan por sus intereses personales y dejan en el olvido el trabajo colectivo que requiere el deporte ráfaga en La Laguna para alcanzar el sitio que merece de acuerdo a su calidad.
El nivel de los entrenadores es pésimo y sobran dedos de una mano para señalar a quienes en verdad dominan el arte de enseñar basquetbol en La Laguna. Hoy es común ver gritar y hacer corajes a los coaches por errores de sus dirigidos, cuando los mismos jugadores confiesan que nunca les enseñaron lo que les exigen en la cancha.
Los árbitros generalmente se presentan con la intención de ganarse un peso, sin que les importe su aspecto personal, estado físico y el estar actualizados; en contados juegos se ve una mesa de anotaciones con un cronómetro como debe ser, con los números que señalan los foules personales de cada jugador y con el tiempo que debe ser, porque es una mala costumbre que los juegos vayan atrasados y para reponer el tiempo perdido se recorte la duración de los partidos posteriores.
En todos los cuerpos de árbitros hay elementos capaces y que cuidan todos los aspectos de un buen silbante, pero lamentablemente son pocos esos elementos y el llamado deporte ráfaga termina por perderse en la mediocridad, porque prácticamente a nadie interesa el surgimiento de nuevos jugadores, de elementos de calidad en el arbitraje y de entrenadores con vocación, que no se dediquen a eso sólo para ganar dinero.
Así está actualmente el basquetbol en La Laguna, la asociación desapareció y ahora estamos a merced de las decisiones que se tomen en Saltillo; pronto vendrá el Torneo Estatal y la serie de irregularidades orquestadas en Saltillo, desde luego con el apoyo y consentimiento de Antonio Salvador Segura Salazar.
