EFE
BAGDAD, IRAK.- El Gobierno interino iraquí amenazó ayer con reanudar los ataques contra la milicia leal al clérigo radical shii, Muqtada Al Sadr, después de que fracasaran las negociaciones encaminadas a resolver de forma pacífica el conflicto de Nayaf.
Las negociaciones comenzaron el pasado jueves, casi en paralelo a la contundente ofensiva lanzada por las fuerzas de Estados Unidos para acabar con los principales reductos de la milicia shii en la ciudad santa.
“El Gobierno interino reanuda las operaciones militares de retirada de obstáculos para restablecer la Ley y el orden en la ciudad santa”, dijo el jefe negociador del Gobierno y consejero de seguridad nacional, Mowafaq al Rubai.
La reanudación de los combates en Nayaf es probable que aliente a los milicianos shiies que durante los últimos días han atacado a la Policía iraquí y a la Fuerza Multinacional en la región del sur de Irak y enfurezca a los seguidores del clérigo radical.
Varios miles iraquíes partidarios del clérigo se encuentran a las puertas de Nayaf desde que la víspera efectuó un llamamiento en el que los instó a “marchar” sobre la ciudad santa.
“Nuestro objetivo evitar un derrame de sangre, preservar la seguridad y que las milicias depongan sus armas”, señaló Al Rubai al anunciar la ruptura de las negociaciones.
Al Sadr exigió la retirada de las fuerzas de EU de Nayaf, la puesta en libertad de los milicianos que se encuentran detenidos y una amnistía para todos ellos, además de la autorización para portar armas, y el reconocimiento del Ejército de Mahdhi como un movimiento ideológico con derecho a participar en el proceso político.
En su comparecencia, Al Rubai dijo que durante sus tres jornadas en Nayaf no logró ver ni entrevistarse con Al Sadr, quien permanece desde el pasado domingo atrincherado en la venerada mezquita del imán Ali Ben Taleb, protegido por cerca de 800 milicianos.
Unas pocas horas de la ruptura, Ahmed al Shibani, portavoz político de Al Sadr, indicó que la insistencia con la que el Gobierno exigía que el desarme de la milicia, denominada Ejército del Mahdhi, era el principal obstáculo en las negociaciones.
El bando del clérigo, culpó del fracaso al Gobierno de Allawi, al que además acusó de poner fin a las negociaciones de forma repentina, y cuando Al Sadr había formado el borrador del documento sobre en acuerdo entre las dos partes.
“Consideramos que las conversaciones sólo fueron un engaño del Gobierno iraquí para atenuar el fuerte descontento de la opinión pública”, dijo el jeque Kais Al Jazali, portavoz de Al Sadr.
El clérigo radical shii exigió el viernes la renuncia del Gobierno interino iraquí, al que calificó de “dictatorial”, y aseguró permanecerá con sus milicianos en la mezquita de la ciudad de Nayaf “hasta la victoria o el martirio”.