Agencias
TIKRIT, IRAK.- El número de soldados estadounidenses muertos en Irak desde que la guerra comenzó en marzo llegó ayer a 500, tras morir tres soldados y dos civiles iraquíes al detonar una bomba colocada al pie de una carretera en el norte de Bagdad.
Con 500 soldados estadounidenses muertos en Irak, el conflicto se ha convertido en el más letal desde la guerra de Vietnam, y eso podría intensificar las críticas a la ocupación estadounidense y brindar argumentos a los demócratas que tratan de derrotar al presidente George W. Bush en las elecciones de noviembre.
Aunque la cifra de 500 es puramente simbólica, añade premura a los esfuerzos del Gobierno por buscar la ayuda de la Organización de las Naciones Unidas en compartir la carga por estabilizar y reconstruir Irak y sacar a las tropas estadounidenses de un atolladero militar y político, dijeron analistas.
“Creo que el significado de la cifra de 500 es arbitrario para todos, excepto para el pobre soldado que fue el 500.”, dijo Michael Donovan, del Centro de Información de Defensa de Washington. “Pero presumo que existe conciencia en el Gobierno de que soportar este tipo de bajas de manera indefinida no es posible si intenta mantener el respaldo a la guerra”.
La baja de los militares se dio cuando tres estadounidenses resultaron muertos en un ataque, que ocurrió cuando una tanqueta pisó el artefacto explosivo en un camino cerca de Taji, a unos 30 kilómetros al norte de Bagdad, dijo el teniente coronel Bill MacDonald, vocero de la Cuarta División de Infantería.
El vehículo se incendió, muriendo tres estadounidenses y dos iraquíes integrantes de una patrulla conjunta, que buscaba bombas en los caminos, indicó MacDonald.
Tres hombres que se fugaron en un camión fueron detenidos, y en su vehículo se encontraron materiales para la fabricación de bombas, agregó.
Asimismo ayer, los militares dijeron que un soldado estadounidense murió de una herida de bala en un incidente no especificado, cerca de Diwaniyah, al sur de Bagdad.
Casi todas las muertes de los soldados norteamericanos se han dado después de que el presidente de Goerge W. Bush, declaró en fin de la guerra el primero de mayo de 2003.
Aunque los estadounidenses no parecen muy dispuestos a enfrentar sangrientos conflictos en tierras distantes, los analistas dijeron que las pérdidas de Estados Unidos en Irak no son lo bastante significativas como para causar una reacción popular contra la presencia norteamericana en el país árabe.
Se debe resaltar que el ataque de ayer se produjo un día después de que el comandante de las tropas de la coalición en Irak, el general estadounidense Ricardo Sánchez, llamara a los grupos leales a Saddam Hussein a que depongan las armas y advirtiera de que sus fuerzas seguirían persiguiendo a los insurgentes en todo el país.
En una conferencia de prensa en Bagdad, Sánchez aseguró que sus tropas han conseguido detener a 360 supuestos insurgentes en unas 150 operaciones realizadas esta semana en el centro de Irak.
La cifra de bajas en Irak ha superado a las muertes en la primera guerra en el Golfo Pérsico en 1991, cuando unos 315 estadounidenses murieron para expulsar a las fuerzas de Saddam Hussein de Kuwait.
