Carecen pobladores de colonias marginadas de viviendas protegidas y ropa de abrigo suficiente.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Las familias de escasos recursos resintieron con mayor fuerza el descenso de la temperatura que se ha presentado en los últimos días, pues sus viviendas no les ofrecen la protección necesaria y ellos mismos no cuentan con la suficiente ropa abrigadora.
El frío suele resaltar aún más las carencias que enfrentan las personas que habitan en sectores precaristas de la ciudad, tal y como ocurre con algunas de las familias de la colonia Nueva Laguna Sur que todavía no logran levantar cimientos en los terrenos que ocupan y su única protección son los cartones y láminas de los jacales.
Esto, aunado a la falta de servicios como el drenaje, el cual todavía no existe al 100 por ciento y hace que las condiciones de vida sean más deplorables.
Sanjuana Retana es una de las mujeres que se angustia porque sus cinco hijos no tienen qué ponerse, de manera que debe estar al pendiente para que no salgan de la vivienda y se expongan a las bajas temperaturas.
La ama de casa refiere que su esposo no gana el dinero suficiente para comprar ropa a los niños, y ella no puede salir a trabajar porque no cuenta con nadie para dejarlos al cuidado, de manera que sólo está a expensas de lo que algunos vecinos o conocidos de otras colonias puedan hacerle llegar.
La mujer explica que durante la madrugada de este sábado no pudo conciliar el sueño, debido a que el aire frío entraba al jacal por los huecos que se forman entre cada lámina, y tampoco disponen de las cobijas suficientes para todos.
José Luis Martínez, quien habita por la calle Mieleras, dijo que las familias de todo este sector demandan mayores apoyos de parte de las autoridades municipales, pues algunas no tienen la capacidad económica para comenzar a fincar y están en riesgo de contraer enfermedades por el fuerte frío que se ha dejado sentir.
Además, hay quienes están a la espera de plásticos o cartón para reforzar los jacales, pero hasta este tipo de ayudas se politizan por los líderes y los encargados de los programas gubernamentales, de ahí que es difícil que éstos lleguen a manos de las personas que realmente los necesitan.
