El secretario general de la ONU, Kofi Annan llamó a todas las partes a mostrar cohesión para el proceso de transición.
11 de junio 2004.
Kinshasa, (EFE).- Un grupo de miembros de la guardia presidencial de Joseph Kabila intentó esta madrugada derrocar al gobierno de unidad nacional de la República Democrática de Congo (RDC), pero la asonada fue rápidamente sofocada y sus protagonistas detenidos, informó el gobierno.
Sin embargo, se oyeron disparos de cañones y de armas ligeras horas después de que Kamerhe declarara que "la situación está completamente bajo control", a las 04.50 hora local (03.50 GMT), dos horas y media después del comienzo del intento de golpe de Estado.
Según el ministro de Información, Vital Kamerhe, y otros ministros, el mayor Eric Lengue, comandante de la unidad de comandos de la guardia presidencial de Kabila, irrumpió en la sede de la emisora estatal de radio en Kinshasa, donde reclamó el derrocamiento del gobierno de unidad nacional, pero sin mencionar a Kabila.
En cumplimiento de los acuerdos para poner fin a la sangrienta guerra civil que estalló en 1998, Joseph Kabila fue obligado hace un año a formar un gobierno en que el poder está repartido entre sus leales, los ex rebeldes de varias regiones y facciones, y la antigua oposición política.
Kabila, quien ha propuesto ampliar su guardia presidencial de los 3.000 o 4.000 efectivos actuales a unos 15.000, también tuvo que integrar a los ex rebeldes en el nuevo "ejército unificado".
El mayor Lengue denunció al gobierno de transición por haber permitido que unos soldados sublevados, procedentes del movimiento de los ex rebeldes de la minoría "banyamulegue" (tutsis congoleños), el Agrupamiento Congoleño por la Democracia (ACD), tomasen la ciudad de Bukavu, en el extremo oriental del país, durante la primera semana de este mes.
Lengue dijo él mismo se iba a hacer cargo del gobierno ya que "no funciona" el gabinete actual, en que está representado el ACD, por su ex líder Azarías Ruberwa, quien es uno de los cuatro vicepresidentes, por el ministro de Defensa, Jean-Pierre Ondekhane, y varias personas más como ministros o viceministros.
Tras esta intervención en la radio estatal, hubo un apagón que afectó toda la capital, al parecer debido a que los colaboradores del mayor Lengue se habían hecho con la central de electricidad local.
El mayor Lengue y algunos de sus seguidores fueron detenidos y llevados a la sede del Estado mayor de las Fuerzas Armadas, a la vez que se restauró el suministro de electricidad a Kinshasa.
Posteriormente, Lengue y sus compañeros lograron salir del Estado mayor y se instalaron en su cuartel, donde quedaron arrinconados por las tropas leales al gobierno.
El secretario de Kabila, Kikaya Bin Karubi, desmintió, en declaraciones a EFE, los rumores de que el presidente había sido asesinado.
Agregó que Kabila "se va dirigir a la nación en breve" y que habrá también un comunicado del Estado mayor de las fuerzas armadas.
La caída de Bukavu, el pasado día 2, produjo amplia indignación, reflejada en protestas violentas contra la ONU y contra el gobierno de transición.
Las fuerzas de paz de la ONU, la Misión de la ONU en Congo (MONUC), tuvieron que defender su cuartel principal en Kinshasa con sus armas de fuego y murieron a menos dos asaltantes, de una muchedumbre que intentó entrar en el recinto a la fuerza.
La indignación se debió a que ni los "cascos azules" de la MONUC, principalmente uruguayos, ni las fuerzas leales al gobierno, se opusieron resistencia a la toma de Bukavu por dos oficiales procedentes de la ACD, el coronel Jules Mutebusi, al frente de varios cientos de soldados, y el general de brigada Laurent Nkunda, al mando de una unidad de 4.000.
Nkunda se retiró de Bukavu el lunes pasado con sus tropas y dos días más tarde Mutebusi y su soldados tuvieron que huir a la vecina Ruanda ante el avance de tropas leales y la confiscación de sus armas por los efectivos de la MONUC.
Kabila acusó a Ruanda de estar detrás de la sublevación, que ocasionó temores de una nueva guerra entre el RDC y su vecino al este, cuyo gobierno está dominado por los tutsis y que ha estado estrechamente vinculado con el ACD y con los banyamulengues en general.
La Unión Europea se ha planteado el envío de una fuerza especial de paz a Bukavu, en una operación parecida a la que se hice el año pasado en Bunia, a unos dos cientos kilómetros al norte, para hacer frente a un conflicto inter-étnico.
Condena de la ONU
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, condenó el intento de golpe de Estado llevado a cabo hoy en la República Democrática del Congo, apenas unas semana después de la reciente sublevación en Bukavu (este).
En un comunicado, Annan urgió a todas las partes a mostrar "cohesión y determinación para que el proceso de transición concluya con éxito".
Reafirmó que la ONU seguirá asistiendo al Gobierno de transición y reconciliación nacional a cumplir con los acuerdos, así como pidió a todas las partes a trabajar juntas de forma "cooperativa y constructiva".
El mayor Eric Lenge, responsable de la unidad de comandos de la guardia presidencial de Joseph Kabila, se apoderó en las primeras horas de la madrugada de la emisora estatal de radio en Kinshasa y reclamó el derrocamiento del Gobierno.
La misión de pacificación de la ONU en el Congo (MONUC) se sumó a la condena e instó a los golpistas a deponer las armas de inmediato, después de rechazar cualquier negociación con el mayor Lenge y sus seguidores.
La MONUC, que ha reforzado el cordón de seguridad para proteger al presidente del gobierno congolés, permanece en contacto directo con el gobierno de transición con la esperanza de que se arreste a los rebeldes y se les lleve a la justicia lo antes posible.