EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Pasando por infinidad de vicisitudes y tras recorrer miles de kilómetros desde su natal Honduras para llegar a la ciudad estadounidense de Houston, Texas, donde esperaba practicarse una cirugía de columna, las esperanzas de Marlene Cárcamo se vieron frustradas luego que fue detenida por elementos del Instituto Nacional de Migración cuando iba abordar un camión que la transportara a Ciudad Juárez, Chihuahua.
De 29 años de edad, madre soltera de dos pequeños niños de siete y tres años, Marlene se internó en territorio mexicano con la esperanza de que un especialista norteamericano la operara de la columna vertebral, pues padece de fuertes dolores de espalda debido a una hernia discal y desgaste de varias vértebras.
Encerrada en una de las celdas de la cárcel municipal donde estaba acompañada de una jovencita de 17 años de nombre Brenda Hernández, de Siguatepec, Comayagua, Honduras, quien pretendía llegar hasta Chicago, Illinois, donde trabaja el único de sus hermanos, Marlene narró su triste historia.
“En Comayagua, Honduras, de donde soy, la operación cuesta más de un cuarto de millón de lumpiras, dinero que no tengo, por ello decidí dejar a mis hijos al cuidado de mi mamá, para ir a Estados Unidos y trabajar para conseguirlo”, dijo con lágrimas en los ojos la extranjera.
“Un amigo me está esperando en Houston y ya me tiene un trabajo listo, además que conoce a un cirujano muy bueno que asegura que me puede ayudar con la operación”, dijo Marlene.
La joven hondureña aseguró que cada vez son más fuertes sus dolores, de ahí que optó por acudir con un especialista de su país, para preguntarle por las ventajas y desventajas que tendría si la operaban, pero salió decepcionada, “el médico me dijo que existían riesgos de quedar peor, por lo que cuando le comenté a mi amigo de Houston, él me aseguró que allá las cosas serían de otra manera”.
A veces ando a pie para ahorrar un poco de dinero y otras en camión, Marlene recorrió miles de kilómetros hasta que el pasado martes a eso de las 18 horas, fue descubierta y detenida por agentes de Migración que la remitieron a la cárcel municipal donde hasta ayer esperaba su deportación a su país de origen.
Cuestionada sobre lo que pensaba hacer una vez que estuviera en su natal Honduras, se le hizo un nudo en la garganta a Marlene, que le impidió responder y escaparon más lágrimas de sus ojos.