Londres, (EFE).- Los fumadores pasivos corren un 50 o 60 por ciento de riesgo más que las personas no expuestas al tabaco de padecer enfermedades del corazón, según un estudio divulgado en la versión electrónica de la revista "British Medical Journal".
Hasta ahora, se pensaba que los fumadores pasivos corrían un 25 o 30 por ciento más de riesgo de sufrir esas dolencias, pero una nueva y exhaustiva investigación demuestra que el porcentaje es aún mayor.
El profesor Peter Whincup, del hospital universitario Saint George de Londres, dirigió el estudio, que se hizo entre 4.792 hombres de 18 localidades británicas a lo largo de veinte años.
Los investigadores, que examinaron a gente expuesta al tabaco en casa, pero también en otros lugares, como en el trabajo o en el bar, detectaron una relación entre la presencia de cotinina en la sangre de los fumadores pasivos y un mayor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
Tras extraer muestras sanguíneas, comprobaron que un mayor nivel en la sangre de esa sustancia, derivada de la nicotina, guarda una estrecha relación con un mayor riesgo de enfermar del corazón.
El profesor Whincup explica en la revista que su estudio es más concluyente que otros anteriores por el hecho de que se utilizó un marcador biológico, la presencia de esa sustancia en la sangre, lo que permitió tener en cuenta más ámbitos de exposición al tabaco.
En el artículo, también pide que se hagan más estudios para determinar con exactitud la relación entre la cotinina y otros biomarcadores y las dolencias del corazón.
Pequeños fumadores pasivos, en riesgo
Los niños que son "fumadores pasivos" son más propensos a sufrir enfermedades y transtornos físicos que aquellos que viven en hogares donde se evita el tabaco, señaló un estudio del Centro Alemán de Investigación de Cáncer (DKFZ).
De acuerdo con los datos del Centro alemán de investigación de cáncer, los niños que crecen en un hogar donde se fuma sufren más frecuentemente de inflamaciones del oído medio, que aquéllos que crecen en casas de no fumadores.
Agregó que los niños cuyos padres fuman en su entorno presentan asimismo mayor riesgo de contraer meningitis que los infantes que viven en un ambiente de no fumadores.